La democracia no es de generación espontánea
La prensa mundial reseña que el 2024 será un súper año electoral. Por primera vez, cerca de 100 países celebrarán elecciones de todo tipo. La mitad de ellas serán presidenciales. El Banco Mundial estima que estos territorios concentran aproximadamente cuatro mil millones de personas, la mitad de la población mundial. Sin embargo, elegir no significa en la práctica, estar dotado de libertad para seleccionar en consciencia al candidato(a) preferido(a) porque, justamente, los pueblos de muchos países no podrán participar en elecciones libres. Índice de democracia – Wikipedia, la enciclopedia libre
Elecciones es el camino para acceder a una democracia donde impere la libertad individual, la pluralidad política y otros atributos que la distinguen de otras formas de gobierno. Esa forma de gobierno no es otra que la extraordinaria invención social que los filósofos y lideres políticos de la antigüedad griega lograron luego de observar la poca participación de los ciudadanos en el gobierno de la ciudad y las desigualdades sociales en sus comunidades. Tomando como base la libertad individual, promovieron la igualdad con la idea de que todos los ciudadanos tuvieran voz en el gobierno y ser tratados con dignidad y justicia.
Dentro de ese ambiente de plena libertad individual y de libertad económica, sociedades y gobernantes de numerosos países, empleando sus recursos para el logro del mayor bienestar posible de sus habitantes, han elevado a sus naciones al más alto grado de desarrollo social, cultural, científico y tecnológico. Ese prestigio constituye una irresistible atracción de pueblos de remotas y no tan remotas latitudes que atraviesan desiertos, mares y selvas en busca del bienestar que no encuentran en sus países. Es de remarcar que los recursos que garantizan el bienestar social de estos países son celosamente protegidos de la corrupción por sus instituciones judiciales que actúan contra la impunidad, de manera independiente de toda intervención política o de otros entes gubernamentales. Los datos sobre estos logros son objeto de monitoreo periódico por parte de respetadas instituciones. Así, a principios de este año, Transparencia Internacional publicó el informe completo del Índice de Percepción de la Corrupción 2023 (IPC), que clasifica a 180 países y territorios de todo el mundo según sus niveles de corrupción percibidos en el sector público, puntuando en una escala de cero(0, muy corrupto) a 100 (muy limpio).
El IPC muestra que la democracia importa en la puntuación de un país. Es por eso que los países con los más altos índices de democracia son los que presentan los índices más bajos o, ausencia total de corrupción. En el otro extremo, los países que sufren de grandes déficit de democracia son los más golpeados por la corrupción. Los países escandinavos y otros del hemisferio occidental han, prácticamente, erradicado la corrupción, mientras que en el otro extremo se encuentran, entre otros, Somalía (11), Venezuela (13), Siria (13), Sudán del Sur (13) y Yemen (16) que sufren el azote inclemente de la corrupción. Ante esta situación, es de esperar que el llamado de François Valérian, Presidente de Transparencia Internacional, sea escuchado(.…) Los líderes deben comprometerse de manera plena con fortalecer y garantizar la independencia de las instituciones que aplican la ley y enfrentan la corrupción. Es momento de terminar con la impunidad de la corrupción”.
Así, a mas de dos mil años de ese progreso social en que resultó la invención de la democracia, los problemas señalados entonces perduran en muchas sociedades pero al mismo tiempo, su ideal, atravesando periodos oscuros y resistiendo al vaivén de los pueblos, ha pasado a formar parte del acervo intelectual de la humanidad.
Los revolucionarios independentistas venezolanos, aunque no conocían la democracia, eran portadores de ese ideal. Se sentían inspirados por los postulados de la Revolución francesa y de la revolución americana. De su esfuerzo, hemos recibido un país liberado del dominio colonial español, dotado de vida institucional por medio de una constitución basada en poderes independientes con un fin último, instaurar la democracia luego de tres siglos de vasallaje colonial. En su momento ya conocían de la experiencia de un país que, habiéndose liberado de la colonización inglesa, los Estados Unidos, había dado muestras de vivir en una democracia estable basado en el libre ejercicio del Estado de derecho. Por eso se inclinaron a que la nueva república buscara a desarrollar sus instituciones siguiendo el modelo de ese país. Pero los arquitectos que la debían construir, no respetaron las pautas del diseño de los héroes constitucionalistas. No hubo terreno fértil donde sembrar las semillas de la democracia. Pese a esa paradoja, el ideal de libertad permaneció latente, y así, luego de 150 años de desgobierno, en 1958, en plena dictadura, irrumpe en la escena política una nueva generación dispuesta a realizar el sueño de vivir en libertad. Logró implantar un gobierno democrático y así, durante 40 años el pueblo pudo vivir en una democracia plena basada en el Estado derecho.
Esa maravillosa experiencia, aunque no perfecta, se interrumpió durante el gobierno del presidente Chavez. Los guardianes de las instituciones no invocaron oportunamente los instrumentos constitucionales disponibles para evitar la ruptura del hilo democrático ni para mejorar su funcionamiento. En este sentido conviene tener en cuenta la observación de Sirczuk (…)“la democracia no es simplemente una estructura institucional, es una invención dinámica que permite la crítica constante de los fundamentos de la ley y la legitimidad. A través de esta lente, la democracia se convierte en un proceso en constante evolución, en lugar de una entidad estática. Es un recordatorio de que la sociedad y sus sistemas políticos son construcciones humanas, sujetas a reinvención y adaptación” Sirczuk, M. (2014). La invención democrática. Una lectura de Lefort. Las Torres de Lucca, 5, 7-23. Link
Ese es camino que políticos, hombres de leyes y ciudadanía en general de las grandes democracias descubrieron para mantener en el tiempo las instituciones democráticas. El secreto consiste simplemente en la estricta observancia cotidiana de los instrumentos legales que garantizan el Estado de derecho y el arbitraje libre y pacífico del juego democrático.
Así, la democracia en Venezuela prosperó durante cuatro décadas, al tiempo que demostró su fragilidad característica que pasó desapercibida de sus actores. Su naufragio demuestra que a la democracia hay que vivirla, practicarla y cuestionarla todos los días. La práctica alimenta la experiencia y la experiencia sistemática y constante la convierte en tradición, lo que constituye el basamento esencial a la continuidad democrática. De ahora en adelante debemos tener en cuenta que la democracia está lejos de ser de regeneración espontánea.
@kuikense
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