La incoherencia comunicacional
Ante las fechas arbitrarias establecidas por el CNE para la inscripción de candidatos en la elección del 28 de julio, parece que nos adentramos en lo que comunicacionalmente se conoce como la «hora loca».
En el oficialismo, frente a los resultados limitados de sus convocatorias, intenta rescatar la figura de Chávez, aunque con resultados inciertos. Se observan mensajes contradictorios provenientes de los distintos miembros de la cúpula gubernamental.
En la oposición, se presenta una situación similar, con diversidad de opiniones sobre la postura que debería tomar María Corina Machado antes de la hora límite establecida por el CNE. En los partidos que conforman la Plataforma Unitaria existen enfoques divergentes, pero se espera que en la reunión prevista entre ellos y la candidata se logre un consenso comunicativo.
Además, hay personalidades que expresan posturas contundentes sobre qué hacer a partir del 28 de marzo. Algunos incluso llegan a prever una posible ruptura en la unidad opositora, generando interrogantes sobre a quién responden al hacer tales predicciones. Otros se autoproclaman como la solución sin comprender que sus tiempos han pasado.
Es fundamental que el comando de la verdadera oposición democrática unifique criterios y hable con una sola voz que refleje la voluntad de todos y de la gran mayoría de la población.
No podemos olvidar que no estamos en una etapa normal de nuestra vida republicana y que nos enfrentamos a un modelo político con una concepción diferente de lo que es y debe ser una democracia plenamente funcional.
