Convicción y Convencimiento

La palabra convicción proviene del latín “convictio”, sustantivo del verbo “convincere”, que significa convencer, y es la creencia, cierta o equivocada, de que un hecho o una idea son verdaderos. Dicha palabra dio origen a la italiana “convinzione”, a la francesa “conviction”; en inglés “conviction” puede tener el mismo sentido, pero a la vez, quiere decir condena, igual sucede en el portugués con la palabra “convicção” que significa lo mismo, pero también “condenação” que es condena.
La convicción depende mucho de cómo piense una persona; si una persona tiene ideas positivas puede tener, por ejemplo, la convicción de que su candidato o candidata va a ganar las elecciones, pero quienes no apoyan a ese candidato o a esa candidata, pueden tener la convicción de que van a impedir, por cualquier forma, ese triunfo.
Del convencimiento, puede decirse que es un modo de lograr con argumentos, que alguien tenga por ciertas sus convicciones; es hacer creer que su convicción significa la realidad de lo que va ocurrir –haciendo notar que a la convicción se puede llegar por convencimiento. Al convencimiento puede llegarse por medios de convencer. Es algo que tratan de lograr, por ejemplo, los técnicos en propaganda política, al sembrar una idea como esa de “no van a ganar, no tienen modo de derrotarnos”.
Hay que decir que hay circunstancias de adversidad que pueden dar lugar a que se llegue a ver una luz creciente al final del túnel. Es por eso por lo que ahora, cada día hay más personas que, sin tener necesidad de ser convencidas, tienen la convicción de que llegará la democracia.