Dani Alves se juega su libertad
Dani Alves quedaría fuera de juego, este lunes empezó el juicio más mediático del año tras la entrada en vigor de la ley del ‘solo si es sí’ sobre el consentimiento y las agresiones sexuales en España.
El brasileño fue trasladado desde la prisión de Brians, en Sant Esteve de Sesrovires (Catalunya), para asistir a la vista. En la primera sesión, la defensa, ejercida por Inés Guardiola, abordó cuestiones previas con la fiscal y la acusación particular, ejercida por la abogada Ester García en nombre de la víctima. Mientras que la defensa intentó anular el procedimiento alegando la vulneración de derechos fundamentales, como el de la presunción de inocencia, entre otras cuestiones.
La joven que acusa a Dani Alves de agresión sexual ratificó ante el tribunal que el futbolista la violó en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona y su temor a no ser creída si denunciaba, una versión que apuntalaron sus dos amigas.
La primera en testificar en el juicio -que está previsto que se prolongue hasta este miércoles- fue la víctima, en un interrogatorio de poco más de una hora, el único a puerta cerrada y entre extremas medidas para proteger su identidad y evitar su confrontación visual con Alves.
Medios locales indicaron que la víctima mantuvo ante la Audiencia de Barcelona el relato que ha sostenido a lo largo de la instrucción de la causa: que Alves la agredió sexualmente, con violencia y una actitud despectiva.
Las testigos, una amiga y una prima de la víctima, detallaron que, ya desde que reconocieron al futbolista, éste las toqueteó con actitud «babosa» hasta hacerlas sentir «incómodas», aunque no se imaginaron que aquello pudiera derivar en una violación.
El juicio al exjugador del Barcelona proseguirá este martes por la tarde con la declaración de una veintena de testigos, entre ellos la esposa del futbolista, la modelo Joana Sanz, personal de la discoteca y los mossos d’esquadra que investigaron el caso.
Para el miércoles quedarán la presentación de las pruebas periciales, la declaración de la madre de la denunciante y el testimonio de un Alves que, tras recibir la negativa a su petición de suspender el juicio, ha pedido ser el último en intervenir.
Alves pasa por una crisis económica
La defensa del brasileño aportó un certificado para demostrar que su capacidad económica se ha visto mermada tras ser acusado de un delito tan grave.
En el citado documento, se puede leer que tiene un saldo negativo de 20.000 euros en una cuenta brasileña, así como una deuda con la Agencia Tributaria (España) de más de 50.000 euros. El objetivo de sacar a la luz estas cifras, es para contrarrestar el argumento de riesgo de fuga.
El exjugador del Barcelona lleva 12 meses en prisión y su situación no ha hecho más que empeorar. Tiene varias propiedades embargadas en España por deudas millonarias, las cuales se han visto multiplicadas tras la huida de muchos patrocinadores. La mansión en la que vivía con Joana Sanz, su esposa, es una de ellas. Se trata de una vivienda sobre la que pesa una hipoteca de más de 3 millones, de cuyos gastos se estaría ocupando ahora Joana.
A pesar de que Alves llegó a tener hasta seis negocios, en 2021 cerraron cuatro de ellas. No imaginaba que solo unos meses después entraría en prisión y que se jugaría su libertad.