Las contradicciones de los progre
Después de la caída del muro de Berlín y el colapso de la URSS, la izquierda progresista se encontró desorientada. Ya no podía justificar su existencia en un marxismo que había demostrado ser un fracaso en la práctica. En su búsqueda de una «nueva ideología», recurrió a los reclamos de la sociedad civil, formando una extraña amalgama de reclamaciones que, si bien podrían ser necesarias individualmente, unidas resultaban ser como una colcha de retazos, menos sólida que cuando la URSS representaba la promesa de un futuro mejor.
En la actualidad, su principal punto en común es la feroz crítica a las reformas propuestas por el presidente Milei. Sin embargo, paradójicamente, no hacen referencia a las reformas llevadas a cabo por Díaz Canel, las cuales se asemejan a las típicas políticas neoliberales que ellos suelen criticar.
Cada día resulta más evidente que aquellos que se autodenominan socialistas han perdido el rumbo, y que lo único que los une es la ambición de mantenerse en el poder a cualquier costo.
De acuerdo con lo expresado en el Editorial. No hay duda que el «socialismo» es un total fracaso desde el punto de vista del desarrollo de una economia y para muestra, basta observar el estado de la economia de nuestra querida Venezuela.