La condena contra los pensionados
Algunas personas señalan que si se quiere conocer el nivel de desarrollo de una sociedad basta con poner atención en cómo, desde las instituciones, tratan a los adultos mayores.
Este nivel etario constituyó la fuerza laboral del país, que entregó sus años de juventud al servicio de empresas que generaron riqueza y bienestar. Y ahora, cuando deberían estar en una situación de plácido retiro, no siempre son bien tratados.
Pero en Venezuela el caso es peor, pues los pensionados han sido condenados a muerte por el régimen. ¿Cómo se supone que una persona mayor puede sobrevivir con 25 dólares al mes, es decir, menos de un dólar diario, cuando necesitan, no solo alimentarse y atender otros gastos ordinarios, sino además comprar medicinas o hacerse exámenes médicos con un servicio de salud pública inoperativo?
La mal llamada Revolución Bolivariana se ufanaba de haber incluido en la Constitución de 1999 la obligación de equiparar los montos de las pensiones con el salario mínimo urbano, pero se las arregló para burlar esta vía, extinguiendo el salario como principal fuente de ingreso, para dar paso a la perniciosa bonificación. ¿Es esto justicia social?
