La conveniencia de la contramemoria
Con base en el Acuerdo de Ginebra, nos encontramos bajo la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, independientemente de si esto es de nuestro agrado o no. La Corte determinará si el laudo de 1899 es nulo, como siempre ha alegado Venezuela. En este sentido, tenemos un recurso pendiente que consiste en presentar nuestros argumentos para demostrar todos los fallos ocurridos a finales del siglo XIX en un proceso que, claramente, fue irregular. Además, pretendemos demostrar que Venezuela tenía títulos históricos que le garantizaban el control del territorio que actualmente está en disputa.
Argumentar ante una corte internacional no es una tarea sencilla, por lo que la mayoría de los países que se someten a juicio se asesoran y contratan a los mejores expertos en derecho internacional público para presentar su caso de manera sólida desde el punto de vista jurídico. Esperamos que esta tarea ya se haya realizado y que, en abril, Venezuela defienda con firmeza y argumentos sólidos nuestro planteamiento de que el laudo de 1899 está viciado desde su origen. De no hacerlo, es probable que la CIJ confirme la validez de esa sentencia. En tal caso, desde el marco del derecho internacional, Guyana dejaría de ser poseedora temporal del territorio para tener soberanía plena sobre la parte terrestre, ya que la Corte dejó pendiente el tema de la delimitación de áreas marinas y submarinas entre Venezuela y Guyana.