¿Vía Nicaragua?
Las medidas anunciadas este miércoles 6 de diciembre por el Ministerio Público contra dirigentes de oposición exiliados y miembros del comando de campaña de María Corina Machado, pueden significar un punto de quiebre.
Meses atrás las partes parecían haber logrado importantes acercamientos cuyas consecuencias visibles fueron la implementación de la elección primaria de la oposición y una flexibilización de las sanciones contra Petróleos de Venezuela, sin embargo, Estados Unidos había sido enfático en que si no se liberaban a los presos políticos y se anunciaba el mecanismo para el levantamiento de las inhabilitaciones políticas ilegales, se verían forzados a retomar el camino de las medidas punitivas.
Lo ocurrido ayer, cuando se dicta medidas de aprehensión que afectan al equipo de la candidata triunfadora en la primaria, parece desechar la vía de la negociación que debía labrar un clima sosegado y la organización de elecciones transparentes, a cambio del levantamiento de dichas sanciones.
El país ahora entra en una retórica de confrontación interna y externa, aupada desde los Poderes Públicos y se vuelve a emplear las instituciones del Estado como mecanismos para ultrajar los derechos de la disidencia. Esperamos que el régimen, ante los recientes eventos políticos adversos para sus intereses, no haya decidido tomar la ruta de la Nicaragua de Daniel Ortega, para así clausurar en forma definitiva y a la fuerza todo espacio democrático y de libre pensamiento aún presentes. Aún hay tiempo para el diálogo, esa es la esperanza del soberano.
