Cruje la unidad española
Hoy, el socialista Pedro Sánchez, debe ser investido nuevamente como Jefe de Gobierno de España y para hacerlo ha tenido que ir en contravía de la opinión que había expresado previamente, sobre la posibilidad de amnistía a quienes desde el año 2012 ejecutaron acciones para lograr la independencia de Cataluña.
Ha pactado el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con Junts, organización política que respalda a los independentistas catalanes y así Sánchez ha cambiado impunidad por apoyo político.
Pero más allá de la amnistía, lo que evidencia la elección es un escenario muy polarizado, con gran crispación política y donde las organizaciones de centro derecha (Partido Popular) y centro izquierda (PSOE) han asumido posiciones extremas que amenazan con quebrar la unidad española.
En el fondo, lo que está en juego es el proyecto de España como nación, con sus grandes contradicciones y tensiones históricas, evidenciadas en las aspiraciones de quienes sueñan con la independencia del país vasco y Cataluña y en segunda instancia, de quienes desean el fin de la monarquía, que ha sido garantía de la unidad nacional.
El período que inicia Sánchez al frente del Gobierno español no será sencillo. Tiene una mayoría endeble para la investidura, producto de una peculiar alianza con organizaciones pequeñas con ideas radicales de izquierda, pero que no garantiza respaldo para gobernar, mientras el tema de la amnistía, sumado a los problemas económicos, puede ocasionar aún más tensiones. Las bases de la nación española parecen crujir, mientras el Rey observa con preocupación desde el Palacio de la Zarzuela.