Andrea Rubio regresó a casa con la novena corona del Miss International

En octubre, la modelo venezolana Andrea Rubio viajó a Japón para competir y representar al país en el certamen de belleza Miss International. Durante dos semanas, la joven de 24 años compartió con reinas de otros países y se familiarizó con la cultura del país anfitrión. No obstante, recordó que hubo momentos de nervios previo al evento que superó con convicción y enfoque.

La mañana del 26 de octubre, Venezuela celebró su novena corona en el importante evento de belleza. Rubio, quien al ganar su corona como Miss Venezuela International se vio envuelta en una polémica, pues parte del jurado aseguró que no habían votado por ella, fue la encargada de unir al país a través de este concurso que está arraigado en la cultura venezolana.

Recibida con aplausos y vítores, Rubio se mostró alegre y emocionada de regresar a Venezuela, antes de dar inicio a una agenda que la mantendrá cumpliendo diferentes compromisos internacionales.

Desenvolvimiento en el concurso

Andrea, quien es licenciada en Comunicación Social, se especializa además en el desarrollo de contenido en sus redes sociales. Desde el día uno del certamen, compartió su ánimo, pero también algunos retos que se presentaron en el camino, como lo fue que sus maletas no llegaron con ella a Japón.

«La llegada de las maletas fue horrible y me quería morir. Cuando vi que las maletas no llegaron a tiempo, me pregunté qué iba a hacer. Pero son cosas que pasan y entiendo que le pasó a otra Miss hace unos años y ella ganó. Pensé que era mi momento de demostrar, como venezolana, siempre iré hacia adelante sin importar las adversidades«, comentó.

La buena actitud la mantuvo, y en compañía de su chaperona, una miss japonesa, fue su apoyo para ayudarla a conseguir las prendas necesarias que Andrea usaría en los compromisos que tenía mientras le daban buenas noticias sobre sus maletas, artículos que llegaron durante su cuarto día de estadía.

Pasado el susto, la venezolana continuó su desenvolvimiento en la competencia manteniéndose segura de sí misma. «Siempre he dicho que la competencia en un concurso de belleza no es con las demás sino con una misma. Si te pones a ver a los lados te distraes del objetivo, que es sacar tu mejor versión. Al final no te llevas rivales sino a amigas», manifestó.

«Durante la competencia estuve contenta, el evento es divertido pues tuve la oportunidad de conocer toda la cultura de Japón y de las chicas que estaban a mi alrededor. En comparación con otros concursos de belleza, este es más tranquilo y centrado en enriquecerte como persona. Eso me enganchó desde el inicio. Se trató de disfrutar, estar cómoda y respetando a todas. Eso me dio seguridad desde el arranque. Ese intercambio cultural que te llevas de las concursantes y del sitio es lo más importante del reinado».

Elemento sobresaliente

Para Andrea, un elemento que la ayudó a salir adelante fue el trabajo en equipo y el apoyo que recibió no solo de su familia y la Organización Miss Venezuela, sino de cada persona que estuvo a su lado durante su año de preparación.

«Siempre ha creído que el trabajo en equipo es muy gratificante. Esto lo logramos junto al equipo del Miss Venezuela, con muchas personas detrás de esta meta. Algo que siempre me ha caracterizado es ser empática con las personas a mi alrededor, mostrar gratitud por el trabajo de todos, así como ser honesta y disciplinada. Eso siempre estuvo en mi camino desde el Miss Venezuela».

Igualmente, su familia también forma parte de este proceso. «Mi familia siempre ha estado para apoyarme 200%. Amo a mi familia, algo que es muy importante para mí y forma parte de mis valores. Mis padres son una nota y siempre han estado para mí. Mi mamá es fuente inspiración, una mujer alegre, encantadora. Son un motor fundamental en mi crecimiento».

En el proceso, para Rubio también fue clave nutrirse de las experiencias de reinas que la antecedieron no solo en el Miss International, sino también en otros grandes concursos de belleza.

«Les pregunté a muchas de ellas sobre la dinámica y me llevé algo de cada una de ellas. Fue mucho lo que aprendí de cada una, así uno se siente con ventaja. La preparación fue dura, pero en ellas encontré cómo formarme antes de la competencia», señaló.

Compartió que la estrategia de «las venezolanas es nunca desistir». «En un concurso tan largo no es fácil, las energías y emoción empiezan a caer y la gente se empieza a desmotivar. Ahí es donde debe salir la verdadera garra para demostrar de lo que uno está dispuesto, con ganas de coronarse. Ahí fue importante estar siempre de punta en blanco, eso es algo que caracteriza a todos los venezolanos», aseveró.

Conquistar la corona

El desenvolvimiento de Andrea en la noche del certamen fue cálido. En todo momento se mostró segura y radiante. Llegar a la ronda de preguntas es clave para cualquier miss. Y al saludar al público, dedicó dos frases a la cultura que la recibió durante esos días: «Gracias desde el fondo de mi corazón y Buenas noches a todo el público».

«Esas frases las practiqué 200 veces en mi cama, en el cuarto y en el baño. Me ayudaron a decirla de la forma perfecta y gracias a Dios me salió a la primera», comentó.

La respuesta de Andrea también fue crucial, y compartió más detalles de la misma.

«La Andrea de dentro de cinco años es una Andrea que me encantaría que tuviera proyectos fuertes y terminados. Me gustaría tener una agencia de modelaje y talentos, para ayudar a esas niñas a cumplir ese mismo sueño que yo tuve. Una Andrea que está trabajando arduamente en sus RRSS y temas de comunicación. Seguiría preparándome y estudiando para dar siempre lo mejor de mí. Una Andrea más consolidada haciendo realidad los sueños que tuvo«.

Coronarse es un triunfo que asegura le pertenece, pero también dedica a «quienes me apoyaron desde el día uno». «Quienes no descansaron y se pararon temprano para ayudarme con mi maquillaje. Sin ellas no hubiese sido posible».

Hasta ahora, Andrea Rubio no conoce su agenda como reina internacional. Sin embargo, espera que la organización la envíe a muchos destinos para llevar el mensaje y nutrirse de nuevas culturas.

«Sé que Indonesia está en los planes para el año que viene, pero estoy segura que me voy a sorprender. La Miss anterior viajó mucho el año pasado y yo estoy dispuesta a lo mismo. Estoy preparada para todo«, concluyó.