La silla vacía
Seamos serios: las primarias no deben caer en la trampa de convertirse en un juego de la silla vacía, como algunos pretenden, ya sea porque les beneficia eliminar a aquellos que realmente cuentan con el respaldo popular o, en el peor de los casos, porque intentan congraciarse con el régimen.
No existe ninguna silla vacía aquí, ya que las llamadas «presuntas inhabilitaciones» son simplemente una invención del régimen para evitar que la oposición tenga candidatos con un sólido apoyo popular. Las inhabilitaciones impuestas a tres candidatos para las primarias carecen completamente de una base legal sólida, ya que somos nosotros quienes deberíamos otorgar validez a algo que legalmente no existe.
Quienes verdaderamente creen en la democracia no pueden respaldar el juego de la silla vacía, ya que hacerlo sería debilitar la fuerza de una verdad que nos une y aceptar que la mentira promovida por el régimen es la única verdad que prevalece.
No debemos tener miedo y debemos rechazar esta mentira que nos divide, otorgándole al régimen una oportunidad para ganar lo que ya debería estar perdido.