La eterna tragedia de Libia
Libia es un país africano que limita, al Norte, con una vasta extensión del mar Mediterráneo, al Oeste con Sudan y Argelia, al Sur con Níger y Chad, al Sureste con Sudán y al Este con Egipto.,
Durante su larga historia tuvo épocas de resplandor y crecimiento y otras de penuria y sufrimiento.
Una de sus peores épocas del país africano fue la que transcurrió desde 1911 hasta 1945, cuando estuvo ocupada por los italianos y conocida como Tripolitana. El gobierno italiano, sobre todo en la época de Balbo, expulsó a los libios de las tierras que venían cultivando durante siglos, para entregarlas a los colonos. Los italianos consideraban a los libios seres inferiores y que el desarrollo del país sólo podría garantizarlo Italia. Fue en El Alamein, ya en Egipto, cuando las fuerzas aliadas lograron derrotar al ejército alemán comandado por Rommel.
Durante la segunda guerra mundial, el teatro de operaciones en Libia, desde Argelia y Sudán hasta Egipto fue feroz, sobre todo en Tobruk, un puerto de suma importancia, para italianos y alemanes, así como para los aliados.
En 1951, Libia se independizó como reino, gobernado por el rey Idris I., imperando la democracia. Desgraciadamente, en 1969 lo derrocó un golpe militar, que impuso grave represión contra toda la disidencia. El gobierno de Muamar Gadafi fue dictatorial. Fue sacado de poder en 2011, con apoyo a los rebeldes que lo depusieron. Desde entonces, Libia ha sufrido inestabilidad y violencia política que han perjudicado seriamente su economía.
Para colmo de todas las desgracias, Libia acaba de sufrir gravísimas inundaciones.
Según la ONU, esas inundaciones, que se sepa, han causado cerca de 4.000 muertes y se estima que más de 9.000 personas están desaparecidas.
Los Estados no pueden evitar las inundaciones y lo terremotos, pero sí deben estar preparados para enfrentarlos y ese no ha sido el caso de Libia y Siria, que ahora se ven obligados a aceptar la ayuda de gobiernos que adversan.