El desafío de ser ciudadanos
Ser un ciudadano implica, no sólo estar consciente de nuestros derechos, sino también de nuestros deberes. A lo largo de la historia, hemos tendido a responder al poder más como súbditos que como ciudadanos.
En nuestro imaginario colectivo, han arraigado ideas difíciles de erradicar, como la creencia de que somos un país rico y que el Estado debe resolver todos nuestros problemas. Esto ha llevado a la percepción de que no podemos cambiar nuestra realidad, ya que está en manos del rey, el Caudillo o el presidente, dependiendo del contexto.
Quizás una de las tareas más cruciales que debemos abordar en el futuro es la educación ciudadana. Esta educación debe empoderar a nuestros jóvenes para comprender que el futuro no lo forjan únicamente los líderes políticos, sino el esfuerzo y la solidaridad de la comunidad. Cada uno de nosotros es responsable de nuestro destino y tiene el potencial de contribuir al cambio positivo de nuestra sociedad.