Junta golpista de Gabón se afianza en el poder pese al rechazo internacional
La junta militar de Gabón que perpretó un golpe de Estado a mitad de semana y continúa afianzándose en el poder mientras su líder se prepara para jurar como presidente, pese a la oposición de la Unión Africana (UA), que suspendió al país como miembro.
«El presidente del Comité para la Transición y la Restauración de las Instituciones (CTRI, la junta militar) prestará juramento ante el Tribunal Constitucional el lunes, 4 de septiembre de 2023, como presidente de la República», señaló hoy el portavoz de los golpistas, el coronel Ulrich Manfoumbi, en la televisión estatal Gabon 24, mientras el Consejo de Paz y Seguridad (PSC) de la UA se reunía en Adís Abeba para debatir sobre la situación en ese país.
La junta militar tomó esa decisión pese a la condena de su golpe por parte de la UA, la Comunidad Económica de Estados de África Central (CEEAC), las Naciones Unidas y la Unión Europea, que han pedido la restauración inmediata del orden constitucional.
Si nada lo impide, el nuevo presidente de la transición de Gabón será el general Brice Oligui Nguema, comandante de la Guardia Republicana, una unidad de élite de las Fuerzas Armadas del país, y primo del presidente depuesto, Ali Bongo.
Frente a la aparente determinación de los golpistas, la UA pidió a los partidos políticos de Gabón y a los candidatos presidenciales que concurrieron en las últimas elecciones generales -celebradas el pasado día 26- que acuerden una hoja de ruta de transición para restaurar el orden constitucional y volver a organizar unas votaciones, según informó a EFE una fuente diplomática de la organización panafricana que pidió su anonimato.
Asimismo, el PSC de la UA resolvió suspender a Gabón como miembro de la organización, de acuerdo con un breve comunicado de ese órgano fundado en 2018 para, según su mandato, prevenir, resolver y gestionar los conflictos del continente.
Los militares tomaron el poder poco después de que las autoridades electorales de Gabón proclamasen la victoria de Bongo en los comicios presidencial con el 64,27 % de los votos, pese a las denuncias de fraude por parte de la oposición.
La versión de los golpistas
Los golpistas aseguraron que las elecciones no fueron transparentes, creíbles ni inclusivas, y acusaron al Ejecutivo de gobernar “irresponsable e impredeciblemente”, deteriorando de esta manera la “cohesión social”.
Además, pusieron a Bongo bajo arresto domiciliario por “alta traición a las instituciones del Estado” y “malversación masiva de fondos públicos”, entre otros delitos.
Pese al supuesto rechazo de la corrupción por parte de la junta militar, Oligui Nguema tuvo un pasado salpicado de escándalos, después de que en 2020 la red global de periodistas Proyecto para la Investigación de la Corrupción y el Crimen Organizado (OCCRP) revelase que el militar poseía varias propiedades en Estados Unidos por un valor superior a un millón de dólares y que ayudó a expandir los negocios de la familia Bongo en el extranjero, algo que el general ha descrito como asuntos «privados».
El poder heredado
La familia de Bongo -que heredó la posición de presidente tras la muerte de su padre, Omar Bongo, en 2009- ha estado en el poder desde 1967.
Su derrocamiento ha sido festejado en las calles de Libreville y otras partes del país, y los manifestantes a favor de la junta militar llenaron las redes sociales con vídeos de sus celebraciones después de que los golpistas abriesen las conexiones de internet, bloqueadas desde el pasado sábado, un día antes de las elecciones.
El golpe en Gabón, una de las potencias petroleras de África subsahariana, es el segundo que se produce en poco más de un mes en África, después de que el Ejército tomase el poder en Níger el pasado 26 de julio.
Gabón se sumó así a la lista de países que han tenido golpes exitosos en los últimos tres años y en la que, además de Níger, están Mali (agosto de 2020 y mayo de 2021), Guinea-Conakri (septiembre de 2021), Sudán (octubre de 2021) y Burkina Faso (enero y septiembre de 2022).