La economía de la ilusión
Ante la evidencia de que la incipiente recuperación de la economía perdió impulso y el país se desliza a un período de mínimo avance o nuevos retrocesos, el gobierno desempolvó la Ley de Zonas Económicas Especiales, un instrumento aprobado en julio de 2022 y que desde entonces había quedado en el olvido.
Maduro aseguró que la Ley “nos va permitir seguir avanzando con mucho empeño y perseverancia en la construcción de un nuevo modelo económico”.
Como habían sido creadas en 2022 en esta ocasión Maduro tuvo que “activar” un año después las zonas económicas especiales de Paraguaná, La Guaira y la Tortuga. La novedad es una “zona económica especial militar” en Aragua.
La Ley permite crear espacios geográficos con estímulos “fiscales, tributarios, financieros y de otra índole” para impulsar la sustitución selectiva de importaciones, potenciar el turismo, el desarrollo tecnológico y las exportaciones.
La figura de las zonas económicas especiales no es nueva. Los parques industriales creados bajo el mandato de Hugo Chávez eran zonas especiales y hoy en su mayoría son chatarra.
Los problemas que colocan un techo bajo al crecimiento como las fallas de energía eléctrica, el poco crédito bancario, un sector petrolero limitado y la ausencia de un acuerdo político que permita eliminar las sanciones siguen esperando.
Por lo pronto, queda la ilusión de que una ley, como la Ley Antibloqueo hoy en el olvido total, es suficiente para superar la crisis.