¡Al fin la reflexión!
A pesar de lo que ocurre actualmente sobre la renuncia de los rectores del CNE, pensamos que se mantendrá la euforia generada después de cerca de 20 años, cuando se inició la credibilidad en el voto para el “cambio de régimen”, cosa que muy a nuestro pesar, formó parte de la irracional abstención, ese morbo que surgió desde que algunos líderes de la MUD decidieron imponer la estrategia de la fuerza para “sacar al usurpador”. Y he aquí donde encontramos el hálito de la esperanza, cuando vemos a estos líderes unirse a la campaña por las primarias y aceptan que el organismo participe aunque con dudas.
Seguimos pensando que la debacle de los partidos de oposición, quienes en comandita decidieron atacar y descalificar a sus líderes, proponer otros desconocidos; y lo más grave, promover la abstención por presumir el fraude como bandera internacional ha cesado y hoy día lo más férreo en la campaña electoral es el voto en el exterior; aun cuando se mantiene la campaña externa, no ya apoyando la desidia ni promoviendo la salida por la fuerza como única solución. No podemos dejar de recordar la inocua solicitud de “aplicar el TIAR” o pedir a la FAN que se alce para sacar a Maduro, voz escuchada por creyentes militares, quienes de buena fe sacrificaron su carrera y hasta su libertad por esta causa. No obstante y muy a pesar de otros, muchos venezolanos siguen luchando calladamente porque la negociación y cualquier acto que intente terminar la desidia opositora que tanto daño han hecho a la causa sean bienvenidos.
Hoy nos sentimos optimistas y recordamos lo que dijimos cuando la generalidad de los opositores se enfrascó en una creencia ciega a las presunciones, desechando la acción real, aunque esta sea clara y precisa; lo que ocurrió con motivo del proceso electoral del 20M18, luego el 2019 y el 6D 2020; y que, a pesar de la realidad y las consecuencias de la abstención, se continuó dando validez a esa decisión infausta y sin sentido. Lo dijimos y hoy lo repetimos, ¿Cómo podemos lograr un resultado positivo con inacción presagiada?, siempre tenemos que presumir que es factible lo inesperado, pero lograr positividad de lo negativo choca hasta con las leyes de las matemáticas, que es la graficación de la lógica: ¡Nada se hace no haciendo!, lo contrario sería una paradoja, porque el virtuosismo real no nos permite prever y suponer, aunque es imposible que podamos dar fuerza a un resultado posible pero incierto. Como paradoja con la granada dijimos: “ojalá no quiten la espoleta a la granada, porque si ella estalla los primeros que caerán son los que estén cercanos a las esquirlas”, y agregamos: ¡Basta ya de jugar a la guerra y de promover medidas contra el régimen, que también entran en la paradoja de la granada!
También es oportuno el momento para recordar que no nos cansaremos de decir, que no hay otra salida que un proceso electoral bien cuidado y protegido, pero más fuerte es la seguridad que tenemos de que no hay otra. Muchos han sido los procesos electorales de diferentes niveles de gobierno, pero la actitud opositora ha sido la misma: “No vamos a elecciones con este CNE porque van a hacer fraude”, así han decantado la estupidez que contagió al elector venezolano, que creyeron en el liderazgo opositor y en los flamantes “guerreros del teclado”, con el ensarte de falsedades que se tejen en esa maraña de la “red”, donde el escrúpulo se une a la pérdida del sentido humano, hasta que se dan cuenta de que su guerra quedó fuera del teatro y el enemigo es invisible y hasta inexistente.
Aquí el sentido que nos lleva a creer que al fin ha llegado la reflexión del venezolano.