Estamos en el fondo y seguimos cayendo

No hay palabras que tapen la realidad. Acuerdos con países que nada tienen que ofrecernos no nos permitirán salir del foso.

Mientras no terminemos de entender que hay que lograr consensos en la manera de resolver problemas y no distribuirse las culpas sobre quiénes son los causantes de nuestros males, seguiremos viviendo en un país desestructurado, balcanizado e inviable.

Empecemos por lo más apremiante, entendámonos con quien sea para paliar la desnutrición de grandes sectores de nuestra población. Sea quien sea el que gobierne en el futuro, tendrá que soportar la carga de una población con serias deficiencias intelectivas y mentales, y más que convertirse en una fuerza para la recuperación, serán un pasivo que habrá que compensar.

Otro punto fundamental es establecer las condiciones necesarias para que haya inversiones que generen nuevos empleos. Eso se lograría con acuerdos que generen confianza en el eventual inversionista, nacional o extranjero.

¿A quién le sirve seguir teniendo más de 300 presos políticos y militares? Para el régimen es un costo y una mala imagen internacional, para el resto del país son personas útiles.

Las ideologías no sirven para construir, sino para dividir. Lo que se requiere es transformar el entorno con acciones que beneficien a todos, sin importar si son azules o colorados.

Si en ambos bandos hay quienes entiendan que es indispensable lograr consensos para solucionar problemas entonces si podremos, progresivamente, salir del hueco en el que estamos metidos todos.