Observatorio Venezolano de Violencia registró 2.173 casos de suicidios durante 2022
“Un aparente declive en el indicador”, señalaron dos investigadores del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) que presentó su informe sobre violencia auntoinfligida, donde registraron 2.173 muertes por suicidio el año pasado.
El profesor Gustavo Páez, coordinador del OVV en el estado Mérida, señaló que, si bien este número es menor al conteo de 2021, los registros de suicidio se mantienen en una tasa superior a los informados por el propio Ministerio de Salud antes de 2016, último año que se publicó información oficial sobre violencia y muerte autoinfligida.
“El problema de Venezuela, como hemos venido insistiendo, es que la tasa de suicidios se ha incrementado y, a pesar de que ha bajado en los últimos tres años, se mantiene en niveles superiores a los que se experimentaban antes de la crisis”, reiteró Páez durante una rueda de prensa virtual.
La organización estimó 49,2% de subregistro en los números de suicidio, al revisar el incremento de muertes de intención no determinada, como se conoce a los decesos donde las autoridades no tienen suficientes elementos para determinar si fue homicidio, suicidio u ocurrió de manera accidental.
Según los casos evaluados por la ONG, en los últimos años ha aumentado la tendencia de suicidios entre jóvenes de 18 a 24 años y adultos de 30 a 60 años. Los estados Mérida, Distrito Capital, Táchira, Miranda y Aragua ocuparon los primeros cinco puestos de ocurrencia de este tipo de muertes.
De acuerdo al OVV, los principales factores de riesgo asociados a los intentos o consumación del suicidio el año pasado fueron de orden económico, como la falta de dinero o alimentos, social, asistencial, problemas familiares o en el ámbito educativo.
Los investigadores del OVV identificaron además tres grandes grupos de «comportamiento suicida»:
1.- Un primer grupo que se ve influenciado por diferentes factores de riesgo asociados a comportamientos suicidas, relacionados de forma directa o no con la emergencia humanitaria compleja.
2.- Un segundo grupo afectado por factores que no están conectados directamente con la emergencia, pero que generan fuertes tensiones sobre las personas.
3.- El tercer grupo surge de la combinación de los dos anteriores.
“Mientras no acontezcan en el país cambios significativos y estructurales que frenen la crisis actual y mejoren sustancialmente las condiciones de vida, difícilmente la mayoría de la población logrará estabilidad emocional y salud mental. En estas condiciones, el comportamiento suicida continuará siendo un problema de salud pública y de preocupación”, destacó por su parte Iris Rosas, coordinadora del OVV en el área metropolitana de Caracas.
Para la investigadora es necesario apuntar a una cultura de prevención y educación, que sea de forma continuada en todos los estados, especialmente aquellos donde la prevalencia de suicidios es mayor, y “prestarle atención al deterioro de la salud mental de los venezolanos”.