¿Copiará el régimen a Nicaragua?
Si no logra que implosionen las primarias porque los candidatos con posibilidades reales de triunfo deciden, a pesar de las condiciones adversas, seguir en la lucha; si no es fructífero su intento de imponer una candidatura a la medida de sus intereses, entonces, ¿qué hará para impedir que surja alguien que pueda aglomerar a las diversas fuerzas opositoras y por ende representar un real peligro para la elección presidencial?
Buscará tal vez, como ya lo ha hecho en el pasado, usar al TSJ para que dicte medidas de cualquier naturaleza, para decretar la ilegalidad de las decisiones, reglamentos o cualquier pronunciamiento de la comisión electoral de las primarias.
Frente a esa posibilidad, ya preanunciada por un alto dirigente del régimen, que dejó saber que el único candidato que ellos aceptarían estaría entre Rosales o Capriles, ¿qué respuesta uniforme estarían dispuestos a dar los diversos rostros de la oposición? ¿Van a aceptar que el régimen les diga quién es potable y quién no y los designados a dedo van a aceptar tal nivel de injerencia, que los colocaría en una posición embarazosa ante la opinión pública nacional e internacional?
Es de pensar que todos los actuales candidatos a las primarias son, en su inmensa mayoría, personas de ADN democrático y con larga trayectoria política y dudamos que se dejen enlodar por aquellos que suponen que todos pueden ser instrumentos de su voluntad de poder eterno.
Recordemos 2015, recordemos Barinas, una oposición unida en un mismo propósito puede vencer, desunida se convertirán en lacayos o exiliados.