Profesor de EE.UU. bate récord de estadía submarina
El anterior récord mundial de vida bajo el agua era de 73 días, dos horas y 34 minutos y fue establecido en 2014 por dos profesores de Tennessee, Bruce Cantrell y Jessica Fain
El profesor de la Universidad del Sur de Florida y ex miembro de la Marina de EE.UU. Joseph Dituri, de 55 años, batió el récord mundial de permanencia bajo el agua al pasar 74 días consecutivos en un refugio submarino en los Cayos de Florida (sur de EE.UU.), donde aún seguirá hasta completar los 100 días.
El anterior récord mundial de vida bajo el agua era de 73 días, dos horas y 34 minutos y fue establecido en 2014 por dos profesores de Tennessee, Bruce Cantrell y Jessica Fain, que también estuvieron en el Jules’ Undersea Lodge de Cayo Largo (Florida).
«La curiosidad por descubrir me ha llevado hasta aquí. Mi objetivo desde el día 1 ha sido inspirar a las generaciones venideras, entrevistar a científicos que estudian la vida bajo el agua y aprender cómo funciona el cuerpo humano en entornos extremos», escribió Dituri en Twitter para informar de su récord.
En su actual experimento, que comenzó en marzo, el profesor asociado de USF está estudiando cómo responde el cuerpo humano a la exposición a largo plazo a la presión extrema.
Dituri vive a 30 pies (9,15 metros) de profundidad en un hábitat de 100 pies cuadrados (9,3 metros cuadrados), desde donde sigue impartiendo su clase de ingeniería biomédica en línea.
Antes, durante y después del proyecto Dituri es sometido a una serie de pruebas psicosociales, psicológicas y médicas, que incluyen análisis de sangre, ultrasonidos y electrocardiogramas, así como pruebas de células madre, señala USF en un comunicado.
«Este estudio examinará todas las formas en que este viaje afecta a mi cuerpo, pero mi hipótesis es que habrá mejoras en mi salud debido al aumento de la presión», dijo Dituri, quien fue buzo de la Marina durante 28 años, al iniciar el experimento.
Su objetivo es ahondar en las conclusiones de un estudio científico que demostró que las células expuestas a una mayor presión se duplicaron en cinco días, lo que podría aplicarse para ralentizar el envejecimiento humano.
La misión de 100 días incluye probar nuevas herramientas tecnológicas basadas en inteligencia artificial para detectar enfermedades en el cuerpo humano y determinar si se necesitan medicamentos, y el estudio de formas de preservar, proteger y rehabilitar el medio ambiente marino.
«Todo lo que necesitamos para sobrevivir está aquí en el planeta», dice Dituri.