A priori y a posteriori
En latín “a priori” quiere decir previo a, mientras que “a posteriori” significa posterior a. Es así que cuando se está negociando un acuerdo entre dos partes en busca de una solución a un diferendo en el que las partes tengan posiciones opuestas, ambas imponen condiciones que deban cumplirse a priori o a posteriori.
Hemos visto que en la reciente conferencia convocada por el presidente Petro y celebrada en Bogotá, en la que participaron veinte países, se manifestaron posiciones opuestas: una fue la del gobierno venezolano, según la cual era necesario que antes de que se cumplieran las condiciones exigidas por la oposición venezolana, en el sentido de que se celebraran elecciones libres e independientes, se liberaran los presos políticos y se eliminaran las violaciones a los derechos humanos, el gobierno imponía que, primero, era necesario que se levantaran las sanciones impuestas por los Estados Unidos y por la Unión Europea y que, además, se liberara a Alex Saab. Se estaba ante una condición a priori. Por su parte la posición de la oposición venezolana, y de la gran mayoría de los venezolanos era, y es, que sólo después de que se celebraran elecciones libres e independientes, se liberaran los presos políticos y cesaran las violaciones de los derechos humanos, se pediría el levantamiento de las sanciones: condición a posteriori.
En cuanto a la condición a posteriori, hay que aclarar que se entiende que elecciones libres independientes son aquellas en las que todas las personas con derecho a votar puedan hacerlo, sin restricciones, tanto en el territorio nacional como en el extranjero, supervisadas por organismos internacionales como la OEA.
Respecto de la libertad de Alex Saab, como condición a priori, no se le puede exigir a la oposición porque Saab está siendo juzgado en Estados Unidos por lavado de dinero y no por delito que haya cometido en Venezuela.
