Colombia envía a Guaidó a Estados Unidos
Una de las noticias más divulgadas en la prensa y en las redes sociales del martes 25 de abril de 2023 es que el presidente Petro, alegando que Guaidó había ingresado ilegalmente a Colombia, lo montó en un avión, enviándolo a Estados Unidos. Es claro que el presidente colombiano aplicó el principio de derecho internacional conocido como el de “non refoulement“ [no devolución]. Según ese principio:
“Un extranjero, en ningún caso puede ser expulsado o reenviado a un país, ya sea o no su país de origen, si su derecho a la vida o a la libertad personal corre el riesgo de ser violado por motivos basados sobre su raza, su nacionalidad, su religión, su situación social o sus opiniones”.
Ese principio de no devolución está contemplado en varios instrumentos y/o convenios internacionales que versan sobre los refugiados, tanto al nivel universal como al regional. La Convención de 1951 que tiene que ver con el estatus de los refugiados. En el prmer parágrafo de su artículo 1 dispone:
“Ninguno de los Estados contratantes, de ningún modo que fuere, podrá expulsar o devolver a un refugiado hacia territorios en los que su vida o su libertad estuvieren amenazados en virtud de su raza, de su religión, de su nacionalidad, de su pertenencia a cierto grupo social o de sus opiniones políticas”.
Ante el hecho de que, supuestamente, Guaidó hubiese ingresado al territorio colombiano, el presidente Petro tenía el derecho de expulsarlo. Sin embargo, Colombia es signataria de la Convención de 1951. Ello le impidió devolver a Guaidó a Venezuela y por eso, y por razones políticas, tales como el hecho de que la conferencia de Bogotá, en la que Guaidó quería que lo oyeran, contaba con los auspicios del gobierno de los Estados Unidos y la presencia de su Secretario de Estado, fue por lo que a Petro no le quedó más remedio que enviarlo a los Estados Unidos. En el pasado, el gobierno colombiano no aplicó el principio. Hay que recordar que dos estudiantes venezolanos críticos del presidente Nicolás Maduro fueron expulsados de Colombia, y entregados a las autoridades venezolanas en plena frontera. Esos estudiantes fueron apresados, sin que pudieran ejercer su derecho de defensa y sufrieron tortura.