Negociación o capitulación
El régimen no termina de entender que, para poder encontrar soluciones viables, es indispensable avanzar en un proceso serio de negociaciones y ese es el que con la facilitación de los noruegos ya existe. Sacarse de la manga un nuevo proceso como el que propone Petro pudiera ser un camino a explorar en México, pero solo sería posible si hay acuerdos concretos que permitan establecer las condiciones indispensables para que se puedan llevar a cabo unas elecciones presidenciales libres y transparentes en 2024.
Creer que se va a lograr una capitulación de todos los que se han comprometido en las negociaciones que se han estado llevando adelante en México, para experimentar en otro escenario presumiblemente más favorable al régimen, no parece una opción aceptable para quienes consideran indispensable reinstitucionalizar de manera urgente al país.