¿Qué está pasando?
Los recientes acontecimientos en los que se evidenció el mayor desfalco en la historia de PDVSA, son síntoma de la grave crisis ética que atraviesa nuestro país, y, sobre todo, de la ausencia de instituciones creíbles que garanticen el funcionamiento del Estado venezolano.
Más que centrarnos en comentarios triviales sobre los personajes que están inmersos en el problema, lo relevante es ver en qué medida este desfalco puede servir para entender qué hay que hacer para evitar el naufragio total de la República. Es hora de construir futuro y encontrar fórmulas que permitan avanzar lo más rápidamente hacia una transición acordada, que haga posible la renovación de las principales instituciones del estado y que, con estas, se pueda articular un programa de gobierno que detenga la caída y siente las bases para una verdadera y posible recuperación integral del país.
No es una tarea fácil, porque requiere sacrificios de todos los actores políticos y capacidad de superar diferencias e inquinas, y encontrar mecanismos que ayuden a impulsar un gran acuerdo nacional de reconstrucción de Venezuela.