Real Madrid se desinfló en el Bernabéu ante Barcelona
Barcelona derrotó al Real Madrid por 0-1 en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, en un partido en el que destacó el protagonismo de Gavi y Frenkie de Jong, la consistencia en la medular de Sergio Busquets y la seguridad que aportó Ter Stegen para liderar la parcela defensiva de su equipo.
El momento de inestabilidad del Barcelona se cerró con un ejercicio defensivo sobresaliente en el estadio Santiago Bernabéu, vencedor de su segundo clásico consecutivo gracias a un error grave de Camavinga y la mala fortuna de Militao al marcar en su propia puerta.
Alejado de la visión contemplativa del derbi, al Real Madrid le sobró voluntad pero le faltó acierto en los últimos metros.
Un contraste con un Barcelona que, condicionado por las circunstancias, las bajas claves de pilares como Pedri, Dembélé y Lewandowski, no tuvo reparos en renunciar 90 minutos a su identidad y adaptarse a una nueva.
El Barça supo contrarrestar el bajón de calidad que aportan los sustitutos. Sabiendo adaptarse a un tipo de partido en el que tocaba sufrir.
Vinicius no ve luz
A estas alturas parece claro que si Vinicius no está inspirado, en el Madrid genera poquísimo. El brasileño vio la primera amarilla de la función en un roce con De Jong, el mejor en la salida culé, y desató la indignación en la grada. Corrupción. En la Federación, Munuera puso un listón extrañísimo, porque fue riguroso con el brasileño y dejó sin castigo alguno a Gavi, insistente en las faltas, y a Carvajal, duro ante Balde. Total, se escurrió el primer tiempo con ventaja azulgrana en un partido sin chicha, pero dominado sobre todo por Koundé, Araujo y De Jong.