Redes sociales se sumergen en la inteligencia artificial del ChatGPT
Son mas las redes sociales que se suman a la inteligencia artificial, es el caso de Snapchat que anunció el lanzamiento de su propio chatbot en fase experimental, que está basado en el popular ChatGPT y que sólo estará disponible para suscriptores de pago.
«My AI» (Mi Inteligencia Artificial, en inglés), pretende ayudar a los usuarios en tareas como elegir un regalo para un amigo, planear una excursión o pensar en una receta para la comida, es decir para algunas necesidades basicas ante alguna duda.
Pero no todo son buenas noticias, pues Snapchat advirtió de que la herramienta tiene actualmente «muchas deficiencias» y que todas las conversaciones quedarán almacenadas y serán revisadas para mejorar el producto. Ojo con los cuidadosos sobre ofrecer datos de más.
«Aunque My AI está diseñado para evitar información sesgada, incorrecta, dañina o engañosa, pueden darse errores», señaló la compañía, que pide a los usuarios no dejarse aconsejar por él.
ChatGPT, de lo que todo el mundo habla
Este nuevo chatbot es una versión adaptada para Snapchat de la última versión de ChatGPT, la herramienta de inteligencia artificial desarrollada por la firma OpenAI que disparó el interés del público por este tipo de tecnología.
Según Snapchat, cada usuario podrá personalizar el chat dándole un nombre propio y cambiando su fondo.
Por ahora, el uso de esta nueva herramienta estará limitado a los suscriptores de Snapchat+, la versión de pago de esta red social.
Millonaria inversión
Microsoft anunció en enero una inversión «de miles de millones» de dólares en la empresa OpenAi de inteligencia artificial, creadora del ChatGPT.
El comunicado conjunto de Microsoft y OpenAI no detallaba entonces el monto de esa inversión, que algunos medios especializados cifraron en 10.000 millones de dólares; según esos medios, Microsoft se reservaría el 75 % de las ganancias de OpenAI hasta recuperar el monto de su inversión.
Según aquel acuerdo la asociación entre las dos empresas será de varios años. Que permitirá «comercializar independientemente» los avances tecnológicos logrados en el campo de la supercomputación, dice el comunicado.
