Un nuevo año para empezar de nuevo
Cada 1º de enero comienza una nueva oportunidad para los seres humanos, incluso para quienes tienen la ambición y el odio como normas de vida y manuales de comportamiento. El nuevo año no es diferente. Es cierto que los venezolanos estamos arruinados, que hemos sido permanentemente engañados, que se nos prometieron justicias y beneficios que se quedaron derrochados en ríos desbordados y zonas urbanas y rurales anegadas, que despedimos 2022 con la desilusión del defraudado, del engañado. Pero también es cierto que seguimos conformando una sociedad con sueños por realizar y fuerza y entusiasmo para convertirlos en verdades.
No tenemos un pueblo de gran formación y cultura, tenemos un pueblo capaz de luchar, de dar más, de brindar generosidad y compromiso donde demasiados dirigentes han dejado sólo los desiertos de sus engaños y egoísmos. Somos capaces, y ricos y pobres lo han demostrado una y otra vez, de cruzar esos desiertos y marcar caminos nuevos, mejores, llenos de flores y esperanzas en acción.
Terminamos un 2022 que no es un año para el olvido, sino para conocerlo y estar dispuestos a no repetirlo. Comenzamos un 2023 que podemos transformar en el inicio de una patria muy superior. No gracias a lo que nos quieran dar, sino en base a lo que seamos capaces de lograr por nosotros mismos.
Ese es el reto, ese es el propósito de Año Nuevo en este nuevo año. Comenzar de nuevo para ir más allá, para construir con nuestras manos y nuestra voluntad el país que siempre nos han prometido y nunca nos han dado. El reto es hacerlo nosotros.