Sobre la Risa y la Comicidad
Cuando yo estudiaba en Ginebra, Suiza, en 1954, tuve la suerte de tener como profesora de filosofía a Jeanne Hersch, quien fue alumna de Martin Heidegger y estrecha colaboradora de Karl Jaspers. A sus dos únicos alumnos que éramos Sem Almaleh y yo, nos enseñaba metafísica, lógica, ética, conceptos de psicología y sociología. Conoció a Henri Bergson, de quien fue gran estudiosa, tan es así que el trabajo de grado para obtener licenciatura de la Facultad de Letras de la Universidad de Ginebra, en 1941, fue sobre el célebre filósofo y sociólogo francés..
Como era de enterarse, en el curso que nos dictó, puso énfasis en la obra de Bergson. Nos hizo leer sus obras “La Evolución Creadora”, “Ensayo sobre los Datos Inmediatos de la Consciencia”, “La imaginación Creadora” y “Ensayo sobre el Significado de la Risa y la Comicidad”. Esta última fue la que más me llamó la atención y es por ello que me atrevo a escribir este artículo sobre la risa y la comicidad.
Para comenzar, conviene referirse a la diferencia que hay entre risa y sonrisa:
- La sonrisa es algo que denota placer, alegría, satisfacción. Se identifica con una expresión facial en respuesta a un estímulo con efecto positivo.
- La risa, como expresión de un estímulo externo, y a veces interno, puede deberse a múltiples, pero, como bien lo explica Bergson, es causada por lo que se considera cómico
Un ejemplo de sonrisa es la del bebé, cuando observa que le traen el biberón o cuando lo acarician; esa sonrisa también se convierte en risa, como cuando el padre o la madre le hacen repetidas morisquetas.
Bergson nos dice lo siguiente, sobre las particularidades de lo cómico y la risa:
No hay comicidad fuera de lo propiamente humano. Un paisaje podrá ser hermoso, armonioso, sublime, insignificante o feo, pero nunca será risible. Nos reiremos de un animal, pero sólo porque habremos descubierto en él, una actitud de hombre o una expresión humana
Es muy sabido que los payasos como cómicos, nos hacen reír. Pero hay que decir que esa risa que nos causan, puede ser el resultado de un sufrimiento. Lo podemos ver en la ópera “I Pagliacci” de Leoncavallo, en el aria Vesti la Giubba, cuando el payaso Canio, al descubrir la infidelidad de su esposa, debe continuar con la risa y dice ridi, pagiaccio. También en la vida cotidiana, el dolor de una persona nos hacer reír, por parecernos algo cómico, como en el caso de un hombre descuidado se resbala en la acera y cae lastimándose, y nos hace soltar una carcajada.
Sobre el llanto y la risa, puede decirse que llorar es algo que ayuda a evacuar la presión psíquica, lo que es positivo para el organismo. Es así como mucha gente reacciona ante situaciones difíciles, riendo a carcajadas, cuando lo lógico habría sido llorar. Es algo que tiene que ver con el modo en el que la gente se expresa en función de su personalidad.