Salario mínimo de Venezuela se sitúa por debajo del umbral de pobreza extrema
A pesar de que algunos organismos internacionales estiman que Venezuela cerrará el 2022 con un buen crecimiento económico, la realidad es que los trabajadores criollos continúan devengando el salario mínimo más bajo de toda Latinoamérica.
Y es que el monto que recibe una persona en el país por 30 días trabajados está por debajo de la línea de pobreza mundial.
Desde el pasado mes de abril, la administración de Nicolás Maduro llevó a cabo un ajuste del salario mínimo, por lo que los trabajadores pasaron a devengar 130 bolívares mensuales, que al cambio en divisas para ese momento eran $30, es decir, percibían un dólar diario.
Con tan solo un par de meses después, ese valor en dólares poco a poco se fue esfumando, dado que al inicio del segundo semestre del año el bolívar terminó perdiendo la mitad de su costo.
Hoy en día el sueldo mínimo en el país se sitúa en $15,30, todo ello de acuerdo al cambio oficial de este jueves 27 de octubre, lo que se traduce en que por cada ocho horas de trabajo, una persona recibe 0,5 centavos de dólar o 4,22 bolívares.
De acuerdo al análisis presentado por el economista Luis Crespo, los venezolanos que solo perciben sueldo mínimo “están sometidos a unas condiciones de pobreza extrema”, dado que de acuerdo a la ONU, una persona requiere de al menos $1,90 diarios para poder estar fuera de ese umbral.
Sobre este particular, el líder chavista Nicolás Maduro, el pasado 17 de octubre en el marco de la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, se comprometió a “eliminar por completo” la miseria en el país, algo que a lo largo de los nueve años que ha estado al frente no ha logrado hacer.
En la actualidad en Venezuela no se conocen cifras oficiales de la pobreza desde 2019, cuando la cantidad de pobres por viviendas inadecuadas y sin servicios básicos, se ubicó en un 17%, mientras que la de pobres extremos en 4%, según datos presentado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
El ente estatal no publica las cifras de pobreza por ingresos desde 2015, dos años antes de que los salarios empezaran a perder poder adquisitivo aceleradamente como consecuencia de la hiperinflación, que comenzó en 2017.
