La NASA suspende por segunda vez el lanzamiento de Artemis I
"Los equipos encontraron una fuga de hidrógeno líquido mientras cargaban el propulsor en la etapa central del cohete Space Launch System (SLS)", explicó la NASA
El lanzamiento desde Cabo Cañaveral (Florida) de la misión lunar no tripulada Artemis I previsto para este sábado fue cancelado debido a la imposibilidad de detener a tiempo una fuga detectada en el conducto para proveer de combustible al cohete SLS.
Se trata del segundo aplazamiento por razones técnicas de la misión que marca el inicio de la carrera para una futura colonización del satélite terrestre.
El director de lanzamiento canceló el de Artemis I, aproximadamente tres horas antes de que se abriera la ventana para el despegue del cohete SLS, con la nave Orion en la punta.
De acuerdo con el calendario de la misión, la siguiente ventana para el lanzamiento se abre el lunes 5 de septiembre, una jornada festiva por ser el Día del Trabajo en Estados Unidos.
«Los equipos encontraron una fuga de hidrógeno líquido mientras cargaban el propulsor en la etapa central del cohete Space Launch System (SLS)», explicó la NASA.
Los «múltiples esfuerzos» para solucionar el problema mediante la recolocación del sello no sirvieron, como se comprobó al volver a bombear el combustible hacia el cohete, por lo que «el director de lanzamiento canceló el intento de lanzamiento de Artemis I previsto para hoy», señaló la agencia espacial en un mensaje en la web de la misión Artemis I.
Según se fue informando en esa web esta mañana, los ingenieros de la misión trataron de detener la fuga de hidrógeno líquido al menos en tres ocasiones.
El objetivo de Artemis I es poner a prueba las capacidades del poderoso cohete SLS (Space Launch System), de 98 metros de altura (322 pies), y la nave Orión, con capacidad para cuatro astronautas.
Como ocurrió el pasado 29 de agosto, cuando hubo que cancelar un primer intento debido a un fallo en uno de los cuatro motores RS-25 del poderoso cohete SLS, la llamada «costa del Espacio», la comarca donde están enclavado el centro espacial, se llenó hoy de visitantes deseosos de contemplar el lanzamiento.
El cohete SLS, con un costo de 4.100 millones de dólares, pondrá en el espacio a la nave Orion para una misión de 37 días, 23 horas y 53 minutos orbitando la luna.
Orion, la nave espacial más veloz y poderosa de las hasta ahora construidas, que puede alcanzar una velocidad de 24.500 millones de millas por hora (39.428 km/h), habrá recorrido 1,3 millones de millas (más de dos millones de kilómetros) cuando regrese a la Tierra.
Está previsto que americe en el Océano Pacífico al oeste de San Diego (California).
Tras la histórica Artemis I, la NASA tiene previstas otras dos misiones Artemis. La segunda, fijada inicialmente para 2024, será un viaje tripulado hasta la Luna y la tercera pondrá en la superficie del satélite terrestre la primera tripulación en más de 50 años.
En esa tripulación irá la primera mujer y la primera persona de color que viajen a la Luna.
La misión Apolo 17 de la NASA, iniciada en diciembre de 1972, fue la última en la que astronautas estadounidenses viajaron a la Luna y caminaron sobre su superficie.
Todo indica que en 1969 la llegada del hombre a la luna fue un gigantesco montaje teatral y propagandístico del gobierno de Estados Unidos para hacerle creer al mundo que «triunfaron ante el reto» que fijó el Presidente Kennedy de poner un hombre en la luna y traerlo de regreso a la tierra antes del fin de la década de los años 60, del siglo XX, el mismo Presidente que masificó la presencia militar de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam que llenó de vergüenza a ese país, derrotado por quienes luchaban por su independencia. Ya sabemos que la mentira, la manipulación y los montajes teatrales no son exclusividad de los políticos tercermundistas. Parece que en la Nasa olvidaron los supuestos logros y avances tecnológicos de hace 50 años y ahora están aprendiendo cómo llevar astronautas a la luna, lo que supuestamente «fue rutina» de las misiones Apolo 11 en adelante. Y gastaron miles de millones de dólares para construir un cohete «más potente» (Artemis I) que el «Saturno 5» con el que supuestamente lograron en 1969 que sus astronautas caminaran sobre la superficie lunar. Parece que lograron orbitar sobre la luna pero descender, alunizar y despegar desde la luna fue todo un engaño. Mucha gente en 1969, al ver la bandera de Estados Unidos ondeando en una inexistente atmósfera lunar, desconfiaron de la narrativa de la Nasa. Ya sabemos que no existían «armas de destrucción masiva» en la II Guerra de Irak, que Nixon ordenó espiar a sus opositores políticos y que los científicos y militares desconocían los efectos de la radiación de las bombas atómicas al producir las películas donde recomendaban a la población protegerse de una explosión atómica escondiéndose debajo de mesas y escritorios, en el colmo de la ignorancia e irresponsabilidad. Lo que está sucediendo con el «regreso» del hombre a la luna prueba que en 1969 montaron un circo de mentiras.