La doble vuelta es una necesidad
Ante la desconfianza que los políticos generan en la mayoría de los venezolanos, un camino para mostrarles que toda decisión que se toma no es el fruto del cogollismo dominante, o peor aún, de un acomodo con el régimen, es necesario que quien represente a la oposición en la elección presidencial de 2024 tenga en las primarias el apoyo mayoritario de los votantes y eso solo se logrará de manera convincente si uno de los dos candidatos que resulten en primero y segundo lugar, tal vez con no mas de 20% cada uno, obtiene el apoyo de más del 50 % de los votantes.
Para recuperar la credibilidad y el entusiasmo de los opositores es indispensable superar la forma como la dirigencia opositora se ha conducido en un juego cerrado, dominado por pocos.
Los venezolanos tienen que sentir que su voz y su voto cuentan y que no son solo el mero instrumento de acuerdos en el vértice político.
La realidad de hoy es que las decisiones las toman las cúpulas, ya sea del régimen o de la oposición, y la mayoría solo sirve de comparsa.