El Chamanismo y artes visuales
La Palabra antecede a la forma:
El verbo antecede a la estética, las pinturas rupestres de curvas como la de Altamira, los diseños corporales ancestrales, la cestería, son determinadas por los arrebatos místicos, cantos y sueños del Chamán. (1) Creador de la mitología, señor de la palabra, atesora en su memoria la cosmogonía dadora del cómo y el porqué de la realidad, desde el principio de la humanidad. Su pensamiento mítico recrea, y repiensa la mitología para adecuarla a su contexto histórico, en él se confunde el filósofo, el curandero, el sacerdote, el poeta, el profeta, el artista….
De ahí la vinculación entre el y artistas paradigmáticos de la contemporaneidad que centran su propuesta en la mitología, la religiosidad tradicional, la alquimia, el profetismo. Como es el caso del artista norteamericano Jackson Pollock (1912-1956), y la relación de la técnica del chorreado horizontal, eje de su expresionismo abstracto, con los mándalas de arena de los indios Navajo. Donde el hombre medicina-Chamán- realiza pinturas de arena, su belleza y su descripción de los espíritus los atrae, ese poder se usa para curar al enfermo. Josep Beuys (1912-1956) también establece una relación estrecha con el Chamán y sus rituales, debido a que en la II Guerra Mundial cae el avión de combate alemán en que volaba, y es rescatado por una tribu de nómadas tártaros, que le aplicaron para su curación técnicas tradicionales, experiencia determinante en el desarrollo de su propuesta y los materiales que utilizo como son el fieltro, la cera y la miel.
Esta línea de investigación estética la continúa uno de sus discípulos Anselm Kiefer (1945), ganador de la Bienal de Venecia en 1997. Su obra está vinculada con la mitología germánica, con el sustrato chamánico y las iniciaciones guerreras de los berseker, hombres identificados místicamente con depredadores como el lobo y el oso, para desarrollar el furor guerrero que los hacía temibles en combate. Elementos que están presentes en el Cantar de los Nibelungos, tema recurrente en la obra de este artista alemán, al igual que la alquimia relacionada en sus orígenes con los poderes míticos y mágicos de los metales en sus libros.
En Latinoamérica obras como la del artista oaxaqueño Rufino Tamayo (1899-1991) se inspiran en el arte mesoamericano inseparable de una compleja mitología, que se materializa en sus sus motivos, cromática y temas. Estos están presentes también en la obra de Francisco Toledo (1940), su lenguaje está íntimamente vinculado a sus raíces indígenas zapotecas, a los aztecas, los mayas, los códices mixtecos, y la religiosidad popular mexicana. Recrea estas fuentes sacras para crear su maravillosa zoología mítica en su vasta obra.
En la esculturas en la historia del arte venezolano, algunas se convirtieron en expresiones devocionales nacidas de las raíces étnicas y mitológicas de un continente, tal como es el caso del venezolano Alejandro Colina y su escultura María Lionza (1951), se baso para su creación en la mitología aborigen de Venezuela, abordada con la metodología de un etnólogo en sus trabajos de campo. Crea un icono visual de la venezolanidad, de la diosa madre, de la señora de selva, protectora de la vida silvestre, renacida de las fauces de una descomunal serpiente. Figura mítica alrededor de la cual giran las expresiones más dinámicas de nuestra religiosidad popular, y de nuestro pensamiento mágico.
Nos enfrenta la María Lionza de A. Colina, a la sacralitud femenina plena de poder telúrico y maternal. Rasgos que se manifiestan en su anatomía: bustos firmes, vientre pleno de vida, brazos y piernas dominados por tensas masas musculares, cuya expresividad es acentuada originalmente por las cualidades estéticas del cemento. Creador a su vez de una serie de esculturas de caciques, que recuperan nuestro legado ancestral y muchas de ellas, se han convertidos en imágenes devocionales, como ocurre con el cacique Tiuna, ambas piezas ubicadas en Caracas.
Chamán=Empatía Cósmica:
El chamanismo crea una relación con el cosmos vinculante. Así, las estrellas de la bóveda celeste serán las fogatas de los antepasados, y la fauna y flora selvática los ancestros que se transformaron en animales y plantas. De generación, en generación es responsable de guardar, enriquecer y transmitir los saberes acumulados a través de la tradición oral; que van desde el origen de los primeros seres humanos, hasta principios prácticos como son el saber cuándo cazar,o cultivar el tuberculo de la yuca, cómo cortar un tronco para hacer un improvisado cobijo de caza, identificar el árbol del cual debe brotar el fuego, las palmas de cuyas fibras hacen sus múltiples tejedurías, la herbolaria medicinal…
Los mitos creados por el arrobamiento chamánico permiten adentrarnos a su vez en lo que se podría considerar la visión del mundo o la filosofía de vida. Así, acciones que parecieran de poca trascendencia sacra para un extraño, como es el proceso de elaboración del casabe y el mañoco entre los Yekuana, del cual depende parte de su diaria subsistencia, fueron saberes creados y transmitidos a través de los mitos y cantares brotados por el Chamán. Estos saberes se encuentran en los mitos de origen de la yuca. (2)
Esta historia sacra establece cómo pudo llegar la yuca a la humanidad, pero también se trama alrededor de este complejo el origen del fuego y por tanto la cultura de lo cocido:
“Antiguamente los hombres no conocían el fuego. Comían su carne cruda
Una mujer era dueña del fuego…Kawao conocía el secreto: cocinaba sabroso como ahora nuestras mujeres. Tostaba yuca, mañoco, casabe…. “(3)
De ahí que las propuestas estéticas contemporáneas inspiradas en el chamanismo y en la mitología, poseen una atmósfera de vinculación cósmica. Opuesta a otra tendencia que parte del arte por su identificación con la sociedad industrial y post-industrial. Pues el artista se encuentra dentro de una civilización contra-natura, que percibe la naturaleza y el cosmos como algo opuesto y en lucha contra la madre tierra. Pues estamos ante una civilización basada en el crecimiento sin límites, donde el ser=tener, y ser=consumir, y dentro de las artes visuales se dan tendencias que van en oposición y en apoyo al planeta.
Chamán=Arte Total
En el chamanismo, lo que entenderíamos por arte es una totalidad, la cual es una de las tendencias del arte contemporánea, donde las barreras entre las diversas disciplinas tienden a borrarse y fundirse. Este rol de técnico del éxtasis, como lo calificaría Mircea Eliade, tiene sus peculiaridades en cada contexto socio-cultural. Y sus rasgos varían de una a otra cultura, a pesar de mantener un substrato que permite cierto grado de generalización, así, entre la etnia Warao; existen varios tipos de chamanes, cada uno con nombres y funciones diferentes: los que tienen la capacidad para curar, y proteger a la comunidad de fuerzas espirituales, el ser conocedor y narrador de la palabra sacra.
La parafernalia chamánica, los diseños y adornos corporales poseen un carácter estético y simbólico inspirado en la mitología. Esto se puede observar tanto entre los Yekuana, los Yanomami, los Warao, los Panare, los Piaroa, en los Wayúu hasta en donde se encuentra presentes los adornos plumarios, por su vinculación al vuelo místico, y a la ascensión simbólica a los diversos planos de su cosmovisión. El Chamán Yekuana se sienta dignamente, como lo hiciera Wanadi en un banco a pensar y crear, mientras se inviste de adornos plumarios.
Se embellece y protege mágicamente los cuerpos con diseños simbólicos determinados por la mitología. Las pinturas corporales son hechas con pintaderas, selváticos pinceles, los dedos, la masa del onoto o las piedras de caolín. Lo que con en el arte contemporáneo se califica como pinturas corporales, poseen un fin estético y hasta conceptual, siembargo no se ha perido en modernidad ni contemporaneidad la dimensión iniciática; como es el tendencia que representa la cubana Ana Mendieta ccon su acercamiento al land-art,sus renaceres simbólicos entre el barro que dio y su denuncía hacia la viloencia contra la mujer, están a búsqueda de un reecuentro cósmico como es el caso del Hombre Cubo, de Rafal Montilla en Estados Unidos, tendencia que se está generelazando de encuentro de lo sacro a través de un especie de mayeutica de identifación del otro consigo mismo y el cosmos.
En las sociedades selváticas se han recopilado mitos que contextualizan este hacer, cómo ocurre en los Yekuana que explican el sentido estético y su funcionalidad mágica, a través de la magia simpática donde lo similar a trae a lo similar:
“La doncella se acercó al chinchorro de Kumachi; traía una totuma con aceite, pintura de onoto, pincel de pelo, para pintar.
– Vamos a cazar lapas – le dijo- Ahora voy a pintarte. Empezó a pintar su cara, su pecho, sus brazos, sus piernas, con dibujos buenos para lapas.
-Píntame bonito – dijo Kumachi, se quedó quieto para que lo pintara…” (4)
Un mito Yanomami revela, como lo sacro de estos diseños fusionan a su vez la fuerza sacro-estética con la seducción, tal como ocurrió con los diseños de Yamonariwe, el Yanomami que establece el arquetipo estético de la belleza masculina:
“Yamonariwe volvía. Su cuerpo llevaba sinuosidades en ocre que, saliendo de las espaldas, bajaban hasta las piernas. Su piel era clara, alta era su estatura. Llegó a su fuego y se extendió en su hermosa hamaca deslizando el codo bajo la cabeza. Ya las mujeres sentían una preferencia por él… ¡Yamonariwe era verdaderamente bello! Llevaba en las orejas pendientes tallados en la piel de cotinga azul (heimi).”(5)
Acercarse a los roles del Chamán y sus cantos mitológicos es encontrar una de las raíces de lo ancestral en el arte contemporáneo. Por eso cuando Mircea Eliade, a fines de los años cuarenta, publica la primera edición del clásico libro El Chamanismo y las Técnicas Arcaicas del Éxtasis, tenía conciencia de que quienes sacarían mejor provecho del chamanismo serían los artistas, tal como lo evidencian sus conclusiones sobre la vinculación entre a la estética en su diario personal:
“He terminado el capítulo sobre el simbolismo de traje de los chamanes. Creo haber demostrado que ese traje constituye no sólo una hierofanía (manifestación de lo sagrado), sino también un microcosmos. Cuando el chamán se pone su parafernalia, abandona el mundo profano, y cuando empieza a golpear el tambor está ya muy lejos, corre o vuela hacia el Centro del Mundo…Me gustaría mucho que este libro, Le Chamanismen et les técniques arcaicas de l´extase, fuese leído por los poetas, los dramaturgos, ¡los críticos literarios!, los pintores ¿Quién sabe si no sacarían más provecho de su lectura que los orientalistas y los historiadores de las religiones?”. (6)
Citas:
(1) Paje, pa´je entre los kariñas, mojan en el área andina, piache entre los yekuanas, pulasu, autsu autshi, entre los wayúu, wisidatu para los warao, Meñeruwa es el nombre usad por los Piaroa… Ante esta cantidad de nombres en cada complejo cultural, la antropología y la historia de las religiones determinó calificar a este rol sacro como chamán. Palabra que hace referencia al caso siberiano y central asiático, en su sentido más estricto por considerarlo el más completo. El vocablo proviene del tungús o la lengua de Tungusic de la gente de Evenki en Siberia del este)
(2) CIVRIEUX, Marc, Watunna, mitología Makiritare, Monte Ávila Editores, Venezuela, pp.: 105-11
(3) CIVRIEUX, Marc, Watunna, mitología Makiritare, Monte Ávila Editores, Venezuela, 1970, p.141
(4) CIVRIEUX, Marc, Watunna, mitología Makiritare, Monte Ávila Editores, Venezuela, 1970, p.133
(5) LIZOT, Jacques. El Hombre de la pantorrilla preñada, Fundación la Salle, Venezuela, 1975, versión 45 v 1, p. 81
(6) (Mircea Eliade, Fragmentos de un diario, España, Espasa-Calpe, 1979, pp. 66-67)