La descosida oposición

La Venezuela opositora, un espectro de mil rostros, se parece al extraño mundo del profesor Subuso, es decir, vive en un extraño e ilusorio mundo irreal.

Pareciera que algunos de los integrantes de ese conglomerado no terminan de entender el ADN del régimen, y en vez de enfrentarse a él, prefieren criticar a otros opositores por considerar que es irrealista asistir a unas negociaciones en México, ya que en su opinión la dictadura no sale por esa vía. Otros sostienen que las sanciones son las que impiden la regeneración del régimen y algunos más buscan a qué opositor culpar por la permanencia de Maduro en el poder.

Pero lo que no hacen, ninguno de ellos, como han hecho los ucranianos, por ejemplo, es unirse para enfrentar con una misma estrategia a nuestro invasor.

A veces el exacerbado personalismo que encuentra terreno fértil para expresarse a través de las redes sociales, es la expresión más consumada de un nihilismo que desalienta cualquier esfuerzo unitario porque para qué intentarlo, ya que todos los políticos son corruptos. Eso sí aparte de la maledicencia, no les interesa mostrar pruebas que confirmen su opinión.

Afortunadamente, hay todavía un vasto sector de venezolanos que tienen una actitud diferente y lo que desean es que los demócratas se unan y busquen, por todas las vías posibles e imaginables, la mejor manera de combatir para recuperar lo que nos han robado, que no es otra cosa que el futuro de nuestro país.