Opinión Nacional

Chávez sigue con el jueguito

Haber escuchado a Chávez ayer es necesario para terminar de entender que nunca cambiará su forma de ser. Su lectura de las elecciones lo lleva a afirmar que su reforzado mandato impulsará la conversión acelerada al socialismo al tiempo que  -mordiendo la lengua entre los dientes- invita a un dialogo con visos de monologo: “dialoguemos pues con los empresarios que el socialismo va a acabar”, tal como reza su programa de gobierno.

Ayer habló su dedo y con él señaló a los candidatos a gobernador que se medirán en las elecciones de diciembre. Lo hizo siguiendo sus instintos, sus deseos y sus pocas posibilidades de rodearse de gente nueva. No escuchó al pueblo que dice amar. En las concentraciones que realizó en Anzoátegui, Carabobo, Trujillo y Portuguesa le hicieron saber que no querían a sus gobernadores, pero a Chávez eso le importa poco. Es como él dice y eso no se discute. El es el pueblo. Así las cosas, Cabezas, Castro Soteldo y Ameliach figuran en la lista muy a pesar de los gritos y pancartas del soberano. Mala conseja esa de siempre hacer lo que le viene en gana.

En la jugada mueve sus piezas buscando una plataforma que le permita obtener un triunfo en las elecciones regionales. Regresa a sus muertos políticos, que en algún momento despachó con o sin ruido: Carrizales, Vielma Mora, Rodríguez Chacín

En su jueguito, se quita del medio a Jaua, que junto con Bernal y la línea radical parece haber perdido terreno, ante Diosdado y Maduro. Elias Jaua va a un fracaso anunciado al enfrentarse a Capriles en Miranda. Una cosa es votar por Chávez y otra por un gobernador. Ellos también lo saben.

Su ministro del interior, ahora discutirá la gobernación de Aragua y el polifacético Aristóbulo Iztúriz intentará ganar en Anzoátegui reemplazando al fornido y musculado gobernador actual. Casi la mitad de los aspirantes fueron militares de diferentes rangos que ha venido rotando en diferentes posiciones con poco o ningún brillo. Cinco mujeres completan el cuadro. Sólo la tercera parte está constituida por gobernadores activos y un tercio de los candidatos del gobierno aspira ser gobernador en un territorio gobernado por la oposición.

Enroque tras enroque, Chávez sigue jugando a mover sus mismos soldaditos en el tablero de batalla que el configura y decide. En el mediano plazo se ha demostrado una brutal ineficiencia en los cuadros de gobierno, que ha promovido que más de seis millones de venezolanos votemos por una fórmula distinta. No lee esas señales y en lugar de buscar alianzas que le permitan ganar eficiencia, sigue con una actitud arrogante haciendo lo que él decide.

Pronto estaremos en las urnas de nuevo. Tengo la certeza que los venezolanos le enseñaremos el camino.

                                                                        

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