Hay que escuchar al pueblo
Muchos políticos, sean del bando o color que sean, le hablan a la gente de las comunidades populares pero realmente no escuchan lo que piensan, sienten o desean.
En cambio, hay múltiples organizaciones sociales, que trabajan literalmente con las uñas, brindando soluciones a necesidades perentorias de las comunidades, desde comedores para los niños, esparcimiento, actividades deportivas, talleres, planes vacacionales, complementos educativos, en fin, todo aquello que las autoridades no otorgan, o lo hacen de manera deficiente.
Estas acciones promovidas por las iglesias, la sociedad civil o personas de las propias comunidades, requieren más apoyo, no sólo de las diversas autoridades sino de empresas e instituciones que se concentran en atender a sectores de mayor capacidad adquisitiva, olvidando a veces el enorme potencial que existe en las barriadas populares.
No podemos ni debemos ser indiferentes. El futuro del cambio está allí y nos toca hacer lo necesario para movilizar y brindar oportunidades a una población con ganas de superación y necesitada de inclusión e integración.