El 7O por un mejor país
Una de las cosas que los venezolanos estamos rescatando son los sueños y las esperanzas para el país y para los venezolanos. Esas esperanzas y esos sueños no son nada del otro mundo, pertenecen a la cotidianidad de cualquier país latinoamericano como son la paz, el orden, el trabajo, la seguridad personal, colectiva y jurídica, la salud, la educación, la productividad, el sosiego, la probidad y experiencia en quienes nos dirigen y la presencia central de instituciones, procedimientos y un sólido Estado de derecho.
En lo personal como muchos o como la gran mayoría de venezolanos, sueño con despertarme en un país organizado, serio, ordenado, productivo, emprendedor, pujante donde las noticias que encaben los diarios sean referidas a logros, al deporte, a las artes, al talento nacional, a la productividad, básicamente a logros y aspectos loables y positivos, y no a asesinatos, robos, corrupción, desfalcos, ataques, paros, marchas, despilfarros, niños de la calle , hambre, miseria, protestas por reivindicaciones salariales y laborales entre otros.
Un país mejor lo tenemos que parir y construir todos los venezolanos sin excepción alguna pero a partir del trabajo, con sacrificios, con esfuerzo personal y colectivo, con el concurso de lo público y lo privado, con la presencia de la Universidad, la iglesia católica, los gremios, los sindicatos, los artistas, los productores, el peso de la regiones y pueblos, la pequeña y mediana industria, el sector bancario, los educadores, en fin, todos somos necesarios en ese nuevo país, en ese país diferente que podría comenzar a nacer el 7-0 con un cambio en búsqueda de esperanzas, progreso, desarrollo, calidad de vida, paz colectiva, inversión, un país de justicia y demás indicadores y cuestiones que nuestros países vecinos disfrutan.
Venezuela debe volver a brillar con luz propia y destacarse en todo como era antes, y no volver a aparecer encabezando las estadísticas como país líder en inflación, desempleo, corrupción, ineficiencia, inseguridad, muertes violentas, tráfico de drogas, o enfermedades. Ese país diferente es posible pero depende únicamente de la voluntad de los venezolanos. No desaprovechemos esta cita con la historia y con la posibilidad de cambiar para bien. Seamos protagonistas del cambio. El 7-0 Hay un camino.
(*) Profesor de la Universidad de Los Andes