Vida con estilo

Louis Vuitton presentó la colección de reloj «Tambour Spin Time Air Quantum»

“El Tambour Spin Time Air Quantum no es solo una hazaña relojera formidable, es un reloj híbrido complicado único y disruptivo que combina lo mejor de los mundos mecánico y electrónico al servicio de la legibilidad y el diseño”

Louis Vuitton presentó el Tambour Spin Time Air Quantum, un nuevo reloj que aplica tecnología de vanguardia para elevar la experiencia de lectura de la hora de la alta relojería tradicional.

Durante mucho tiempo, el ícono de cronometraje de Louis Vuitton, el Spin Time, reinventó la conocida complicación de la hora saltante cuando se introdujo en 2009, convirtiendo la pantalla convencional de las horas en una danza tridimensional.

Ahora, el rendimiento cinético del Spin Time se ha transformado aún más en un replanteamiento radical de la alta relojería con el Tambour Spin Time Air Quantum. Los cubos de horas se iluminan a pedido, agregando una cuarta dimensión a la complicación característica. La luz misteriosa, que parece emanar del interior de los cubos, es un tributo a la creatividad excepcional y la alta relojería, sellos distintivos de la relojería de Louis Vuitton.

Las contradicciones del mundo cuántico

En física, «cuántico» es la cantidad más pequeña de una propiedad física. Un fotón, por ejemplo, es un solo cuanto de luz, una partícula elemental que no tiene masa y viaja a una velocidad inconmensurablemente vasta y cuyo estudio es física cuántica.

Las intrigantes contradicciones y los conocimientos reveladores de la física cuántica hacen eco de la filosofía detrás del Tambour Spin Time Air Quantum, un reloj que no es lo que parece ser, pero que en gran medida lo es. Es alta relojería, pero reimagina audazmente los principios fundamentales de la alta relojería al agregar una capa de microelectrónica a un movimiento altamente complicado para formar una sola unidad que captura el tiempo y emite luz.

Rompiendo los códigos conservadores de la alta relojería

“Después de doce años de refinamiento de nuestro Spin Time patentado, decidimos aventurarnos hacia desafíos técnicos sin precedentes», explica Jean Arnault, director de marketing y desarrollo de relojes Louis Vuitton.

“El Tambour Spin Time Air Quantum no es solo una hazaña relojera formidable, es un reloj híbrido complicado único y disruptivo que combina lo mejor de los mundos mecánico y electrónico al servicio de la legibilidad y el diseño”.

Un esfuerzo audaz de dos años en la fabricación, el Tambour Spin Time Air Quantum inyecta innovación subversiva en la formalidad de la alta relojería. Inspirado en la bioluminiscencia de las criaturas de las profundidades marinas, el Tambour Spin Time Air Quantum combina a la perfección el arte de la relojería con la ciencia de la microelectrónica, utilizando una docena de pequeños diodos emisores de luz (LED) que iluminan la pantalla Spin Time desde adentro.

La ingeniosa combinación de los dos campos es única en el mundo de la alta relojería, mientras que la forma de ejecución es la quintaesencia de Louis Vuitton en su delicadeza e ingenio. Se ha aprovechado la tecnología para mejorar la visualización de la hora, mientras se delinea cuidadosamente la modularidad física de los segmentos electrónicos y mecánicos para facilitar el uso y el mantenimiento sin complicaciones.

La naturaleza radical del Tambour Spin Time Air Quantum se refleja en la estética audaz que lo diferencia del Spin Time mecánico. Completamente vestido con DLC negro mate que contrasta con el verde y el amarillo vívidos y luminosos, los colores característicos de Super-Luminova®, el Tambour Spin Time Air Quantum lleva un emblema metalizado en su parte posterior de zafiro que reinterpreta el monograma de Louis Vuitton como una placa de circuito.

Una proeza de excelencia técnica

En el centro del reloj se encuentra el calibre LV 68 patentado desarrollado por La Fabrique du Temps Louis Vuitton, en Ginebra, que se especializa en complicaciones. Construido para parecer como si estuviera flotando dentro de la caja del reloj, el LV 68 es completamente mecánico y funciona como un movimiento Spin Time Air convencional.

Pero al presionar el pulsador integrado en la corona, se iluminan los cubos de las horas, una hazaña lograda por diminutos LED colocados directamente en la cara superior de cada cubo. Los LED proyectan un pequeño pero pronunciado haz de luz en cada cubo, iluminándolo desde el interior.

Impresionante en su luminosidad e impactante para una creación de alta relojería, la iluminación evoca todo lo que permite la imaginación: un brillo extraterrestre, lo sobrenatural o la música electrónica de baile.

Fundamentalmente, la iluminación es brillante y duradera: los cubos permanecen encendidos mientras se presiona el empujador. E incluso después de soltar el pulsador, la iluminación continúa durante otros tres segundos.

La iluminación inquebrantable hace de esta complicación microelectrónica el anverso de la relojería tradicional, un contrapunto filosófico a la convención. Debido a que los movimientos mecánicos dependen de la fuerza de un resorte, las acciones y secuencias generadas por dichos mecanismos son inevitablemente breves. La perdurable iluminación del Tambour Spin Time Air Quantum, tan inusual en la relojería, sirve como recordatorio de su concepto radical.

De hecho, el concepto no solo es radical en términos de tecnología, sino incluso en sus características físicas tangibles. Mientras que los cubos en un Spin Time Air convencional son de aluminio molido, el Tambour Spin Time Air Quantum cambia la aleación por sílice fundida, vidrio hecho de dióxido de silicio casi perfectamente puro.

La ausencia de impurezas y aditivos exige una temperatura de trabajo muy superior, lo que hace que el proceso de fabricación sea más laborioso. Pero es esa misma pureza la que hace que la sílice fundida sea el material ideal para aplicaciones exigentes como lentes ópticas, semiconductores y los cubos de horas que canalizan la luz de los LED.

Ingeniería inteligente

Ingeniosamente oculto bajo el reborde de la caja hay una precisión – conjunto electrónico compuesto por un anillo que contiene 12 LEDs, uno por cada cubo de hora, junto con un circuito integrado y una fuente de alimentación en forma de baterías gemelas.

El ingenio del sistema de iluminación compacto significa que Tambour Spin Time Air Quantum posee las mismas dimensiones que el Spin Time Air estándar, un diámetro de 42,5 mm y una altura de 12,3 mm. Los LED de alta eficiencia permiten que el sistema de iluminación se active de seis a siete veces al día, todos los días durante tres años, antes de que sea necesario reemplazar las baterías. A pesar de estar completamente oculto para el usuario, la fuente de alimentación y su mantenimiento fueron consideraciones críticas durante el desarrollo de Tambour Spin Time Air Quantum, con el objetivo de ser una experiencia placentera y optimizada para el propietario. Como resultado, los LED funcionan con dos baterías aseguradas por un anillo cerrado, lo que permite reemplazarlas sin dañar las secciones electrónicas o mecánicas del movimiento. Un sutil anillo iluminado en la base de la corona funciona como un indicador de nivel de batería que parpadea cuando es necesario reemplazar las baterías.

Arraigado en la tradición

Yuxtapuesto a la microelectrónica avanzada del módulo de iluminación se encuentra el movimiento automático LV 68 que se ensambla a mano en La Fabrique du Temps en Ginebra. Mientras que el LV 68 indica las horas de manera original y contemporánea, el principio de la exhibición inventiva es eminentemente tradicional.

Justo debajo de cada cubo hay una cruz de Malta. También conocido como mecanismo de Ginebra por su ciudad de origen (supuestamente fue ideado por relojeros de Ginebra en el siglo XVII), la cruz de Malta es la solución clásica para el movimiento periódico en un movimiento de reloj.

Específicamente, los cubos del Spin Time hacen cada uno un cuarto de revolución dos veces al día, una tarea que requiere un ajuste delicado e individual del mecanismo de cada cubo por parte de un relojero para garantizar un salto nítido y oportuno. Pero la pantalla Spin Time es tridimensional, por lo que los engranajes cruzados de Malta están colocados en ángulo recto con respecto al movimiento: un giro único para una invención centenaria. En un guiño a la relojería tradicional, la esfera del Tambour Spin Time Air Quantum está decorada con técnicas de alta relojería tradicional. La parte central está decorada con un patrón de rayas paralelas conocido como Cotes de Geneve, mientras que la placa inferior de la esfera está acabada con perlado.

Pero como con todas las cosas del Tambour Spin Time Air Quantum, la decoración es tradicional con un toque diferente. El Cotes de Geneve es una fusión de lo nuevo y lo antiguo: el patrón se aplica a la placa de la esfera que luego se recubre con DLC y se superpone con el monograma de Louis Vuitton impreso en Super-Luminova® amarillo. La placa del dial inferior está recubierta de manera similar con DLC, lo que le da un brillo moderado cuando capta la luz en el ángulo correcto.

Las técnicas decorativas tradicionales continúan más allá de la esfera y el movimiento, como es la convención en los escalones más altos de la alta relojería, donde todos los componentes, por dentro o por fuera, están decorados al grado n. Alrededor de la pantalla Spin Time hay un reborde pulido con chorro de arena mate con una docena de índices de horas, cada uno cuidadosamente grabado con una herramienta con punta de diamante. A pesar de estar empotrados, los índices tienen superficies con acabado de espejo que les dan la apariencia de apliques en ciertos ángulos.

Las técnicas de alta relojería continúan con el exterior de la caja Tambour con acabado DLC. La caja de titanio tiene una superficie finamente esmerilada acentuada con biseles pulidos como un espejo, también conocidos como ángulos, tanto en el borde de la brida como en los bordes de las asas, los mismos acabados que se encuentran en un movimiento de gama alta. Pero continuando con el estilo contemporáneo establecido por la esfera, la caja también ha sido recubierta con DLC, lo que le otorga un acabado en carbón que acentúa el contraste entre las superficies mate y esmeriladas y el ángulo pulido reflectante. La luz, como siempre, es la clave de la belleza del tiempo.

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