¿Más sanciones?
Antes nos referimos al artículo publicado por Luis Ugalde intitulado “CONTRA LAS SANCIONES”, del que hicimos referencia sobre su fundamento, cuando dice que: “Siempre he sido contrario a las sanciones que se imponen como un castigo a una falta no existente…”, apología que complementa diciendo que: “…millones de venezolanos sufrimos hoy víctimas de las sanciones. Hay sanciones legítimas e ilegítimas. Las que fueron injustamente impuestas deben desaparecer cuanto antes; de ello depende la vida de los venezolanos y el futuro de nuestra nación.”; y sigue el texto diciendo: “Sería lamentable que empezáramos el año resignados y con ganas de olvidarnos de las sanciones. No, por el contrario, este año 2022 debe estar centrado en la rebeldía contra las sanciones, reafirmando la vida digna de todos los venezolanos y el acuerdo nacional para su recuperación.”
Quisimos dejar el tema y complementarlo con otro pensar relacionado, pero volvemos al tema de las sanciones al recibir “Barra Plural 982”, con título de “Mas sanciones”, que publica el magistrado del TSJ en el exilio Gonzalo Oliveros Navarro, @barraplural. Su escrito lo comienza diciendo: “Ha informado el señor Guaidó de la posibilidad de mas sanciones si el señor Maduro no envía su representación a México para negociar con la representación opositora a su gestión…”, comenta a continuación, que “…Difícilmente una persona en la situación del segundo nombrado –se refiere a Maduro- aceptará una ‘invitación’ en esos términos, lo que es malo para todos…”; sin dudas, nos unimos a este pensar, compartiendo el criterio que sigue en el texto en comento, “…Las sanciones han sido el mecanismo que ha utilizado la comunidad internacional para presionar que la situación interna venezolana se resuelva. Las mismas en principio fueron personalizadas y por tanto dirigidas a determinados personajes venezolanos, pero lo cierto es que ellas en buena medida se han hecho generales y afectan a todos en nuestro país…”
Ese pensar de un venezolano en el exilio, opositor como nosotros que vivimos en el país y sufrimos el rigor de muchas medidas que se han generalizado, nos hacemos eco del decir del magistrado Oliveros, quien aclara, que “En los términos de la declaración –ofrecida a la agencia Reuters el pasado 24- las mismas se aplicarían inicialmente de manera particular, lo que deja abierta entonces la puerta para que se hagan generales. En todo caso, creo que no logrará el objetivo buscado y por el contrario –así lo entiendo- retardará la necesaria negociación.”
También pensamos igual al decir de Oliveros, que, “Independientemente de la presión que respecto de las sanciones la gestión Maduro tenga, es obvio concluir que aceptar en los términos planteados el retorno a la mesa de negociación, sería por parte de ellos una muestra de debilidad evidente lo cual, ni es cierto, ni nadie en su posición puede permitirse. En cualquier circunstancia, quien a una mesa de esa naturaleza llegue en los términos de una conminatoria pública como esa, está derrotado de antemano y eso difícilmente puede un actor de sus características permitirse.”
Es obvio, que el tema de las medidas siempre será un obstáculo para resolver el problema político nacional, el que a todas luces dejó de ser ideológico como lo fue en su inicio, para convertir a la negociación, a causa del prejuicio electoral, en la única instancia viable para iniciar el acuerdo que permita el clima necesario para equilibrar y emprender el cambio en paz; el cese de la usurpación y la negociación, son dos cartas o fichas del ajedrez político, la negociación entre las partes en conflicto en Venezuela es supremamente necesaria, prueba de ello no es solo la situación interna del país sino nuestra masiva presencia fuera de nuestras fronteras por razones económicas, humanitarias y políticas; declaraciones como las referidas en nada la facilitan y por el contrario, las retardan innecesariamente.
El diálogo para llegar a un acuerdo, es la forma como se usa la política para lograr o mantener el poder evitando la guerra, pero como dice el magistrado Oliveros: “Si algo le hace daño a la diplomacia son los micrófonos. El público de galería queda seguramente muy satisfecho respecto de las afirmaciones que la parte con la cual se siente representado expresa, pero es lo cierto que ellas en modo alguno coadyuvan al objetivo que se está buscando y –por el contrario- conspiran contra él, lo que a la larga, vista la situación institucional de nuestro país, implica una afectación general…”. Igualmente comprendemos y creemos que es una verdad indubitable, que debe ser entendido por quienes quieren, como todos queremos, el cese de la usurpación, el cambio de gobierno mediante elecciones libres, pero también entendemos, como dice el magistrado en el exilio, que “…todo gobernante debe buscar para quienes dirige el mayor beneficio posible. Ofrecer sanciones ya no solo es inusual pero lo es mas haciéndolas implícitamente extensivas al colectivo. Ello no solo perjudica el objetivo que se busca –la negociación- sino que adicionalmente puede generar una reacción contraria si quienes se sienten ajenos a la diatriba política consideran que se les pudiere perjudicar mas de lo que están.”
Concordamos con el magistrado y otros opositores, que a quienes proponen sanciones corresponde evaluar la eficacia de las mismas. Venezuela, desde el 2019 fue sancionada por el presidente Trump impidiendo que al país se vuele directamente desde los Estados Unidos. Esa medida, por solo citar una, en modo alguno perjudica a las personas a quienes el gobierno americano ha sancionado particularmente, lo hace a todos los demás venezolanos que por distintos motivos a esa nación deben viajar y es lo cierto que, mientras Venezuela eso no es posible, a Cuba -que tiene sanciones desde hace mas de sesenta años, una sola línea aérea norteamericana, de las mas importantes, tiene siete vuelos ordinarios.
Pero lo más triste es que pareciera que algunos venezolanos que sufren las medidas como nosotros, disfrutan con alegría el éxtasis del sufrimiento, tan alegres como quien nos ven en la lejanía. Lamentamos su sufrimiento y aquí estamos en la lucha cuerpo a cuerpo contra la desidia, y vemos con alegría que nuestro triunfo está más cerca que lo imaginable. Se está demostrando, que no hace falta la guerra ni la invasión para vencer, y que el peor daño que hemos sufrido en nuestra lucha ha sido el ataque externo y el maléfico cuento de la abstención electoral por que “van a hacer fraude”, Si se hubiera votado masivamente para alcaldes. Gobernadores y presidente con una Oposición unida, no tuviéramos que presenciar los triunfos críticos como Barinas y tampoco tener que reconocer, que Venezuela hoy es otra, donde está cambiando para mejor el ingreso nacional y se espera un crecimiento económico que pudo ser obra opositora, pero que ahora hay que cargarlo a la gestión de Maduro. Tristemente hay que decirlo: ¡Fracasó la Oposición!
Mutatis mutandi, el historiador griego Tucídides, opinaba, que los tres factores sociológicos más competentes entre los que determinan la clase de política que sigue el hombre son: el temor, el honor y el interés; por estos tres factores el hombre busca la seguridad, la gloria y las riquezas, y el instrumento con que se logran estos tres objetivos básicos es el poder. Sin dudas, en un estado de paz, estos tres factores llevan al diálogo, en el entendido que ambas partes tienen interés en salvar el honor por el temor a la guerra, que como dice la parábola, ¡con victoria o con derrota, todos pierden!.
¡Basta de terco radicalismo y demos paso al interés social por el cambio en paz! Después del cambio daremos paso a la justicia como medio democrático para dirimir conflictos.
@Enriqueprietos