La tergiversación de la información

Cada vez es más frecuente en las redes sociales la tendencia de iniciar una cadena de interpretación alarmista sobre declaraciones emitidas por algún personaje fundamental, basándose en una lectura superficial de lo publicado en algún importante medio internacional. Peor aún si esa noticia está en inglés, porque allí ocurren frecuentes errores de traducción.

Y no es solo en nuestro país, porque hemos leído alarmantes historias refiriéndose a la “ inevitable” guerra en Ucrania, y también sobre declaraciones del presidente Biden, del primer ministro Boris Johnson y tantos otros jefes de estado, para no referirnos a personajes del deporte, o de la farándula.

En lo que concierne a Venezuela, el caso más reciente ha sido la interpretación que se le ha dado a la entrevista que Bloomberg le hiciera la semana pasada al presidente (e) Juan Guaidó, que llevó a virulentas críticas por las redes sociales en las que lo acusaban de solicitar al gobierno norteamericano que se le retiraran sanciones al régimen.

Si los que iniciaron la cadena amarillista hubiesen leído la entrevista en su total dimensión -por cierto publicada en inglés- habrían entendido el matiz de la afirmación, la cual tenía por propósito convencer al régimen de que se reincorporara a la mesa de negociación y que, dependiendo de lo que allí se lograse, pudieran atenuarse las sanciones.

Es obvio que en las redes sociales existen quienes no tienen otro propósito que buscarle sistemáticamente la caída a Guaidó, pero lo grave es que personas inteligentes y responsables muerdan el peine y opinen sin leer e interpretar el texto que dio lugar a la versión alarmista. Lamentablemente, vivimos en un estado de sensibilidad epidérmica, que nos convierte en híper reactivos y saltamos ante cualquier noticia que creemos favorable al régimen.

Hoy más que nunca requerimos aplicar la recomendación del general Eleazar López Contreras «Calma y Cordura”.