La República de Weimar y su parangón actual (el caso Venezuela)
Cavilamos, si ¿la crisis socioeconómica y sociopolítica que confrontamos, hoy por hoy, la haya habido en otras latitudes del planeta? Por supuesto, sí la hubo tras el cese de la I Guerra Mundial (11/1918) en Turingia, Alemania Oriental, entonces República de Weimar (1918-1933), donde en 1919, luego del Levantamiento Espartaquista, antecesor del Partido Comunista Alemán (KPD, por sus siglas en alemán) se sancionó la constitución de la primera República Alemana, que por su derrota durante aquella conflagración, nació con acreencias de países vecinos, tales como Francia y Gran Bretaña, que impusieron a aquella el pago de reparaciones (indemnizaciones) de guerra por daños causados durante el conflicto en Bélgica y norte de Francia; involucración directa atribuda a Alemania, según el Tratado de Versalles de 1919, pues las potencias vencedoras (EUA, Gran Bretaña, Francia y estados aliados impusieron a Alemania sanciones punitivas para su territorio, milicia y economía. A Francia devolvió Alsacia-Lorena; a Bélgica Eupen y Malmedy; la región industrial de Saar (saargebiet) o Territorio de la Cuenca del Sarre quedó bajo administración de la SDN –luego, ONU-, por unos 15 años (1920-1935). Hoy día, es el estado federado alemán del Sarre, tras control francés (1947-1956). Pero, desde inicios de la I Guerra Mundial (1914-1918) el GM, moneda oficial del Imperio alemán había sufrido una megadevaluación considerable con pérdida de su valor real y hasta de poder adquisitivo, que se tradujo en hiperinflación (‘círculo vicioso’devaluación-inflación) y la crisis hacia finales de los 20 más la incapacidad del Estado para proproveer de cobertura social adecuada a los más menesterosos; pues para atender las necesidades de la guerra y demandas posteriores el gobierno germano, en virtud del déficit fiscal, emitió papel moneda (dinero inorgánico). A tales emisiones (cono monetario de entonces enTuringia, que denominó Papiermark, debido a las urgencias derivadas del conflicto bélico, que carecía de respaldo en oro, cuya cotización llegó a cerca de un millón de GM/USD. Parangonando aquel momento, Venezuela sufre igual agobio con la paradoja de que aquella situación fue por causa de una victoria pírrica de EEUU y sus aliados. Pero, el caso de la Venezuela actual ha sido por malversación, narcolavado, derroche/desinversión y burocratismo, sopesados desde 1945 tras la Revolución del 18/10, por equívocos en el concepto de democracia, ahora a manos de un controvertido gobierno transitorio, debido al proceder insensato de los líderes políticos, al no forjar, densamente, un modelo democrático regional.
Pasado poco más de un mes, aún no se aprecia qué impacto genera en la población el nuevo cono monetario, así como proyecciones de los economistas; sigue, además, sin materializarse una expansión en el uso de piezas de dicho cono.