Democracia íntegra
“Si queremos una democracia que funcione, que debe ser participativa, tenemos que educar para la democracia. No hay democracia sin demócratas, y estos no son sólo los que van a votar, sino los que saben elegir a los líderes políticos y tienen la capacidad y el conocimiento para reclamar si el elegido no cumple.”
Eso lo afirma en titulares el Dr. Julio César Moreno, respetado amigo, ex rector de la Universidad Metropolitana. Esa es una angustia latente en la Venezuela que siente, y hasta dolorosamente, que no se puede perder la oportunidad de hacerlo, de acompañar este trecho duro de nuestra vida de Nación en el que la economía, la política, lo social, se esgrimen como prioridad si no nos detenemos a diseñar oficiosa y activamente la agenda pendiente de educar para la democracia.Tiene que ver con el juego limpio, con las exigencias, con el respeto y la libertad.
Es reforzarnos en valores que nos son necesarios, sino fundamentales. En estos momento ya, si lo hubiésemos hecho, no nos angustiaríamos tanto ante hechos que nos ponen a prueba porque la democracia implica como conducta convocar lo mejor de cada uno y todos en la comprensión de lo que acontece y toca nuestra vida.
En esta alianza de Leopoldo López y Henrique Capriles Radonski, por ejemplo, cuando se nos obliga a una reacción que no podemos evitar desde la propia emoción, quien nos exige que eso es precisamente la comprensión democrática. Yo no soy una autoridad en esto, soy espontánea, periodista, he vivido 80 años de esta convulsa búsqueda de mi país en su inconcluso destino, y soy una apasionada de la libertad que reclamo desde mis entrañas. Porque ¿quién ha dicho que la democracia no tiene límites? Hay que tenerlos.
Los límites son principios no escritos, son seguridad. Y el respeto es un límite. Uno puede no estar de acuerdo con que Leopoldo y Henrique esperaran aparecer como candidatos habiendo planificado ya la alianza que desvirtuaría la condición de candidato horas antes; y además también sorprenderse de la reacción de Pablo Pérez porque resulta casi imposible aceptar que Pablo no supusiera nada después de lo que anunciaron los otros y no estuviera preparado.
Matices aquí y allá. Pero ¿van a destrozarse? A crear suspicacias que lo menos que produce en las filas chavistas son ganas de buscar dulce de lechoza para que sonría el Comandante.
“Al director del Centro de Estudios Latinoamericanos Arturo Uslar Pietri y ex rector de la Universidad Metropolitana le preocupa que en el debate político no aparezcan los temas de la globalización con la debida jerarquía. «Una campaña electoral debe servir para educar sobre lo que significa ser un ciudadano en democracia y en este contexto global. Es una gran oportunidad para venderle al país la idea de que estamos en un mundo que está entrando en la posmodernidad y que Venezuela no se puede seguir dirigiendo con criterios del siglo XIX. Es necesario hacer un cambio independientemente de quien tenga el poder».
La Democracia es una tarea dura. Lo único que la defenderá de su fragilidad es conocerla en su integridad, en sus instrumentos para defenderla y en el conocimiento absoluto de su valor.
