Venezuela: país envilecido
Siempre es conveniente, por razones pedagógicas y hasta por razones terapéuticas, repetir con fuerza, cuál es la dura y dolorosa realidad que vivimos los Venezolanos de estos tiempos; en efecto esta es la crisis de mayor profundidad y de mayor rango, cómo nunca antes en nuestra historia.
La crisis es multidimensional, abarca todos los ámbitos y sectores del país.
Crisis económica: la mayor inflación del mundo, distorsión total de la economía, por culpa de un gobierno incapaz e ignorante, absolutamente errático y contradictorio en todas las decisiones que ha tomado en la materia.
Crisis Ambiental: además del ecocidio del arco minero del Orinoco, que está entre los mayores ecocidios del planeta, los frecuentes derrames petroleros, la tala indiscriminada, la contaminación de ríos y quebradas, también sin precedentes, el deterioro de los embalses de agua y muchos etcéteras.
Crisis Energética: por la corrupción, la ignorancia, la desidia y la falta de planificación, los cortes de electricidad cada día son mayores y se extienden cada vez a más áreas del país.
Crisis Social y Humanitaria: hambre, miseria y desolación, más de seis millones de Venezolanos que se han ido del país convirtiéndose en una de las crisis migratorias más graves del mundo, con la consiguiente expresión de dolor y desajuste alarmante de la sociedad Venezolana, destrucción del sistema público de salud, hospitales destruidos y sin insumos, manejo politiquero, demagógico e irresponsable de la pandemia del coronavirus, dando cifras falsas de vacunados, contagiados y muertes.
Crisis Educativa: escuelas y liceos en condiciones deplorables, nuestros maestros con un salario de hambre y violándose sus contratos colectivos. Ataque feroz a nuestras universidades, no sólo por la destrucción de su espacio físico sino por el ensañamiento contra la cultura, el arte y la investigación.
Crisis Judicial: Venezuela es un país sin ley, no sólo porque se viola impunemente la constitución todos los días, sino que también se ha destruido el sistema judicial, empezando por el Tsj, que es un vulgar apéndice de Miraflores, con unos Magistrados que en su mayoría no cumplen los requisitos para serlo, sino que todo es una matraca, sentencias violatorias del derecho, no hay debido proceso y el ciudadano común es victima permanente de la arbitrariedad judicial en una total indefensión.
Crisis en DDHH: la violación sistemática de los Derechos Humanos, no tiene parangón en nuestra historia, mucho más grande que en las dos dictaduras anteriores. Centenares de ejecuciones extrajudiciales, masacres, cárceles atiborradas de presos políticos civiles y militares violándose todos sus derechos y sometiéndolos a tratos crueles y degradantes.
El informe Bachelet, a pesar de su tibieza así lo confirma, así como el informe de la comisión de DDHH de la ONU, además del juicio pendiente en la Corte Penal Internacional.
Todo el dantesco panorama descrito en líneas anteriores se queda corto ante la realidad cotidiana que sufre el venezolano común, es mucho más allá de estadísticas frías, es el dolor del abandono, del desarraigo, del no tener futuro, verificable por el aumento de los estados depresivos y por el alarmante número de suicidios.
La crisis mayor, la que transversaliza a todas, es la crisis moral, es la más grave, no sólo por eso, sino que es la génesis, de allí parte todo, es la causa fundamental del envilecimiento del país.
Este es un gobierno- o una dictadura, como quieran – que es el absoluto responsable de la crisis moral de la Venezuela de hoy, es incapaz para todo lo grande- excepto para cometer fechorías y mentir -, insensible a todo lo que es hermoso, generoso, sublime, envilece el alma y la inteligencia hasta convertirlas en sumisas y cómplices del yugo. Es un gobierno con conducta psicopática.
El sector político, sus principales dirigentes, ha sido el más envilecido, alacranizaron a un grupo de diputados de la comisión de contraloría de la Asamblea Nacional que investigaba a Alex Saab como responsable de una red de corrupción de las tristemente célebres bolsas CLAP y por un puñado de dólares le entregaron su alma al diablo, para exculpar a Saab de ese delito monstruoso de enriquecerse con alimentos en mal estado y en muchos casos no aptos para el consumo humano y además con un sobreprecio escandaloso, allí nacieron los alacranes; posteriormente la llamada mesita integrada por otro lote de políticos sin escrúpulos, conformando una “ oposición “ a la medida del gobierno, laxa, tolerante, para obtener beneficios y para legitimar el fraude electoral del 21N , y por último terminaron comprando al G4 ya maltrecho y sin ningún tipo de liderazgo convirtiéndose también en cómplice del combo gobernante.
A su vez estos “dirigentes”, envilecieron a grandes sectores de sus respectivos partidos, los transformaron en una empresa privada, su militancia la convirtieron en nómina y terminaron por aniquilar la democracia interna, por cierto quien lidera a los partidos en Venezuela en términos de negar la democracia interna es el PSUV en donde cualquier crítica o disentimiento es aplastada, estigmatizada y perseguida, como en los tiempos de Stalin en la extinta Unión Soviética.
Si bien es cierto que los partidos son imprescindibles en y para la democracia, no es menos cierto que no basta con decir que se es un partido, porque además de su declaración de principios, visión, etc., los partidos están obligados a preservar y estimular su democracia interna, si no, no son ni partidos ni mucho menos democráticos; en Venezuela, ni el G4 ni el PSUV tienen ningún tipo de democracia interna, las diferencias las resuelven “las cúpulas podridas“ de ambos bandos; cabe aquí repetir una vieja consigna utilizada por el MÁS en las décadas del 70 y 80 que decía, “ Si es verdad lo que AD dice de Copei, y si es verdad lo que Copei dice de AD, ninguno de los dos tiene autoridad moral ni política para dirigir al país“. Igual puede decirse hoy con la MUD G4 y el gobierno de Maduro.
El ser humano es un animal moral y un animal político, y según las palabras de JJ Rousseau “Quienes quieran tratar por separado la política y la moral, nunca entenderán nada en ninguna de las dos“(El Emilio. Tomo lV).
La moral, los principios, los valores tales como la dignidad, el respeto, la tolerancia, la solidaridad, la libertad, son inherentes a la democracia y la política en la democracia y de la democracia deben estar apegados a esos valores; el problema entonces no es la política en sí misma, son los políticos quienes han convertido su ejercicio en un acto de egolatría, de cálculos para beneficiarse ellos y no el país, piensan y actúan para obtener ganancias de todo tipo importándoles muy poco el ciudadano, la comunidad, el país, para ello utilizan un lenguaje aparentemente noble engañando vilmente a la sociedad qué dicen representar, hoy esa es la terrible y dolorosa realidad. Se han corrompido de las manos del gobierno más corrupto de nuestra historia, se han pervertido, se prostituyeron, se envilecieron.
Hasta ahora, todos los estudios de opinión serios , señalan que el gobierno de Maduro tiene más del 80% de rechazo, también muestran que hacia los partidos del G4 MUD existe un rechazo similar; es decir mucho más de las tres cuartas partes de los Venezolanos , rechazan al liderazgo establecido, no tienen confianza en ninguno, ese inmenso número de venezolanos, no se ha envilecido son los que se han ido y sus familiares que se han quedado sobreviviendo, soportando hambre, miseria, apagones, represión y decenas de etcéteras y que no se han envilecido, que resisten cómo pueden .
La lucha hoy no es solo Democracia vs Dictadura, sino civilización contra barbarie; es la lucha de los principios, valores y moral democrática contra la amoralidad de quienes gobiernan y de sus similares “opositores“, del sector no envilecido emergerá el nuevo liderazgo, aparecerán nuevos líderes y nuevas organizaciones que tendrán la noble, histórica e impostergable tarea de refundar al país, tal y como lo propone la Iglesia Católica Venezolana en boca de su Conferencia Episcopal y en particular Monseñor Ovidio Pérez Morales .
El país será rescatado por obra y gracia de la voluntad de un pueblo que no se rinde.
@wgbm44
Médico Psiquiatra