Precios equilibrados y razonables
Una economía sometida a deseo de un régimen al que poco importa la misma porque ignora sus principios y/o leyes, como por ejemplo los de la dinámica de oferta/demanda (economía de mercado), los resultados son transparentes, pues actúa como juez y parte o como árbitro, jugador y novio de la madrina a la vez, obstaculiza tal dinámica e intercambios virtuosos que explican y determinan el bienestar de las naciones, así como el de sus habitantes.
Sin debatir marco institucional alguno sobre la economía para poder crecer, crear riqueza y bienestar, sin un paradigma de actuación para promover el Bienestar Social, el interés económico general, extensivo a la eficiencia de los mercados que muestren su grado de eficiencia, y maximice el excedente de los consumidores, se pretende, erráticamente, a pedido del presidente Maduro un equilibrio socioeconómico mediante precios “equilibrados y razonables” en el mercado. Y, ante una reconversión monetaria descabellada y escasez de combustible, ofrece garantía de “una mayor estabilidad para el abastecimiento junto con precios justos” en el mercado interno con una economía dolarizada “de facto”, que pulverizó al bolívar soberano, ahora bolívar digital, lo cual conlleva mayor pobreza en el ámbito socioeconómico, pues desde los días previos el USD paralelo había aumentado más de un cuatro porciento y superado la barrera de unos 5,05 bolívares con proyección hacia unos 12,5 para fines de diciembre venidero.
Obvia el señor presidente y su equipo económico que para el logro de una meta de tal orden se requiere, básicamente, una estabilidad económica ostensible, la cual pudo haberse logrado mediante la creación de un Fondo de Estabilidad Macroeconómica (FEM), que compensara la baja de ingresos de renta petrolera.