¿Reconversión monetaria sin estabilidad económica?
En macroeconomía, estabilidad económica apunta hacia todo momento caracterizado por la ausencia de altibajos relevantes en los niveles de producción, renta y empleo, junto con una inflación muy baja y/o nula, para lo cual se ha ideado un “fondo de estabilización macroeconómica”(FEM) a objeto de “amortiguar” los reveces de la economía por caída de las rentas y el gasto público en períodos de stocks (inventarios) ralos en los mercados petroleros (baja de los precios) mediante el ahorro de recursos durante los lapsos de bonanza, intento que no hizo el régimen a cargo de NMM, encandilado por su egolatría, desidia y delirios paranoicos.Y, quizá efecto de un trasnocho se le ocurre quitar unos seis ceros al bolívar soberano como muestra del “desatino” de su política económica, ya errática desde los tiempos del extinto Chávez. Así, tenemos dos reconversiones (2007 y 2018), que totalizan unos 14 ceros menos, en unos 13 años, que exhiben la ruina económica del socialismo del siglo XXI, régimen dilatorio que ha agudizado la crisis y depauperado, más aún, a casi todos los venezolanos, haciendo migrar cerca de unos seis millones de connacionales.
Trátase de un artificio, rayano en bobada, que ya ostenta unas dos acciones similares, de efectos nocivos sobre la inflación que nos flagela desde 2008, cuando durante 2007 se quitaron unos cuatro ceros a nuestra moneda, lo que ha motivado una tasa inflacionaria superior al 10000,00 por ciento, según FMI y desvirtúa la supuesta “digitalización”, especie de salvavidas de plomo, “trampa cazabobos”, de efectos aciagos sobre la economía.
Es la ironía por ‘mayor eficiencia al sistema de pagos en el país y consolidación de la confianza’ en nuestra moneda (¿?) sesgada, ahora, por la dolarización “de facto” y el quiebre de nuestra industria petrolera.
