Una historia diametralmente opuesta a la que vivió en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, fue la que tuvo en Tokio 2020 la garrochista venezolana Robeilys Peinado, quien ocupó el octavo lugar junto a otras siete rivales con quienes disputó la final del salto con pértiga.
Y es que en su segunda incursión olímpica, pero oficialmente en la primera en la que vio acción, haber logrado avanzar a la instancia definitiva y lograr un diploma olímpico al alcanzar un registro de 4,50 metros es un gran éxito para la atleta capitalina.
Hay que recordar que lamentablemente Peinado no pudo cumplir el sueño de debutar en la justa carioca hace cinco años, porque durante los entrenamientos un par de días antes de la competición sufrió un accidente en una de sus manos, al partirse la garrocha, razón por la que tuvo que retirarse.
“Para mí entrar en la final luego de todas las cosas que había pasado era como lo más difícil, yo no me veía en la final, sin embargo cuando pasó eso lo acepté y bueno me preparé con todas las de la ley”, manifestó con orgullo la primera venezolana en adjudicarse una medalla en un Mundial de Atletismo.
De la misma manera Robeilys Peinado aseguró estar contenta con todo lo que fue su actuación en la magna cita deportiva, tomando en cuenta que tuvo apenas tres meses de preparación para Tokio 2020 y a pesar de las vicisitudes logró un lugar en la final y el tercer diploma olímpico de la delegación criolla en esta justa.
La atleta oriunda de La Vega asegura que el hecho de que muchas de sus contrincantes iniciaran con saltos muy altos y no lograran materializarlos, poco a poco las fue eliminando, sobre todo a las grandes favoritas.
“Estoy muy contenta, dije que venía que venía a cambiar la historia de Rio y lo hice al 100 por ciento. Son mis prácticamente mis primeros Juegos Olímpicos. He leído que muchas garrochistas con más experiencia han tenido que venir a cuatro o cinco citas para poder estar en una final y yo lo hice en mis primeros y segundos saltando, así que nada no tengo nada que juzgarme”, manifestó.
Con la mirada puesta en el ciclo que iniciará a París 2024, Robeilys Peinado asegura que si con solo tres meses de entrenamientos arduos logró entrar a una final, con una mejor preparación puede lograr mejores cosas.
Al ser interrogada sobre todo lo que ha evolucionado, no dudó en contestar que la situación que le tocó vivir en Rio de Janeiro nunca quiso olvidarla, porque a pesar de lo difícil que fue, esa experiencia le permitió crecer como atleta, como garrochista, e incluso la convirtió en una mejor persona. “Creo que nunca voy lo voy a olvidar, eso será lo que me ayudará a seguir avanzando”, dijo.
Andrés Madera lo dio todo
La primera incursión olímpica del karateca venezolano Andrés Madera, a pesar de no obtener los resultados que apostaba, fue de igual manera histórica. Y es que el campeón panamericano de Lima 2019 se convirtió en uno de los primeros en ver acción en la modalidad de kumite, en el deporte que este año pasó a formar parte del programa olímpico.
El gimnasio Nippon Budokan de Tokio fue el escenario donde el mirandino vio acción en la categoría de -67kg, donde logró además una victoria y cuatro derrotas.
Madera inició su andar con un contundente triunfo de 5-0 ante el campeón mundial Angelo Crezcenso de Italia, sin embargo luego cedió terreno ante el letón Kalvis Kalnins por 2-4, y ante el representante del equipo de refugiados, Hamoon Derafshipour, con un abultado 3-9.
En su cuarto combate sucumbió ante el francés Steven Da Costa por 0-2 y tampoco pudo ante el jordano Abbel Almasatía por 1-4.
“Empezamos bien. Lamentablemente tuve unos errores de concentración en lo técnico y físico, estábamos bien. Estoy contento por estar en los primeros Juegos Olímpicos de karate. Estaba claro que podíamos hacer un podio, pero lamentablemente no fue así”, indicó Madera, tras agradecer además a sus familiares y amigos por el apoyo que tuvo de todos ellos.
El karateca criollo sentenció con orgullo que: “Se representó a Venezuela lo mejor que se pudo”.