Entre abogados te veas
De la pericia de los abogados de los respectivos candidatos, dependerá el que se dilucide quién en definitiva será el próximo presidente de los Estados Unidos. Un ejército de estos profesionales ser ha dado cita en La Florida, estado clave para conocer la respuesta a la interrogante que se mantiene en norteamérica desde hace nueve días. Tanto Al Gore, como George Bush, se han dado a la tarea de reclutar a los mejores “picapleitos” de ese país, caracterizados, no precisamente, por cobrar bajos honorarios.
Gore lucha en los tribiunales porque sean incorporados los votos del recuento a los resultados, mientras Bush insiste en que se defina de una buena vez la situación.
Para cada una de las causas, los candidatos han contratado a los mejores abogados de los Estados Unidos y han abierto una campaña de recaudación de fondos porst-electoral, a los efectos de poder hacer frente a los gastos que generen estas contrataciones.
Entre el equipo de Gore se cuenta David Boies, famoso por haber manejado el caso del estado norteamericano contra Microsoft. También trabaja para el vicepresidente, Lawrence Tribe, uno de los principales candidatos, según se dice, a integrar el Tribunal Supremo en caso de ganar Gore. Igualmente Kendall Coffey, quien defendió a los familiares de Elían González, el balserito cubano, contra la secretaria de de Justicia, Janet Reno. Además, el defensor de O.J.Simpson, Alan Dershowitz.
Del lado de Bush, se han mostrado más rezagados en esta materia, y apenas han comenzado por reclutar a Theodore Olson, gran amigo del fiscal Kenneth Starr, y Benjamin Ginsberg, experto en derecho electoral.
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