Duque no logró acuerdos: convocan más protestas en Colombia
Este lunes sindicatos y organizaciones sociales de Colombia llamaron a nuevas protestas, después de que el Comité Nacional del Paro y el presidente colombiano, Iván Duque, no lograsen ningún acuerdo en la reunión.
Las protestas, menos intensas que en los días anteriores, persistieron a lo largo del país en medio de voces que llaman al diálogo para salir del atolladero, y después de que este domingo subiera la tensión en la ciudad de Cali por los enfrentamientos de supuestos civiles armados contra la marcha indígena.
Sindicalistas, organizaciones sociales, los profesores, entre otros los que se agrupan bajo la sombrilla del Comité Nacional del Paro convocaron para el próximo miércoles a un nuevo paro (huelga) nacional, el tercero de las protestas.
A la reunión, realizada en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, asistieron además del jefe de Estado, la vicepresidente de la República, Marta Lucía Ramírez; el alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos y los representantes del comité de paro.
Además, acudieron como mediadores el representante de Colombia ante la ONU, Carlos Ruiz, y el representante de la Iglesia Católica monseñor Héctor Fabio Henao.
Pese a que Duque retiró la reforma fiscal, principal motivo de las protestas, las movilizaciones de los jóvenes centran sus peticiones en que el Gobierno debe buscar mecanismos para ofrecerles verdaderas oportunidades de trabajo, educación, que cese la brutalidad policial y que se retire del Congreso un intento de reformar la salud, entre muchas otras demandas que se escuchan en las calles.
El presidente, tras repetidos llamados de que acudiese a la ciudad de Cali, epicentro de las protestas, hizo anoche una visita relámpago de cuatro horas para reunirse con las autoridades locales, aunque no se reunió con ningún protestante o visitó los barrios más afectados por las protestas.
Allí el jefe de Estado pidió, una vez más, que se levanten los bloqueos que los protestantes han puesto en las salidas y entradas de la ciudad -y de otras localidades del país- y que los indígenas del suroeste del país regresen a sus resguardos «para evitar confrontaciones».
La visita se produjo luego de 12 días de protestas, con graves disturbios, episodios de saqueos y brutales escenas de violencia policial, y después de que ayer varios supuestos civiles armados comenzaran a disparar contra la minga (marcha) indígena a las afueras de la ciudad, dejando a ocho guardias indígenas heridos.
Desde que comenzaron las protestas el pasado 28 de abril en Colombia, al menos 27 personas han muerto durante las jornadas reivindicativas, según informó el viernes la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo.
Sin embargo, la ONG Temblores y el Instituto de Estudios para la Paz (Indepaz) ha documentado 47 víctimas mortales (35 de ellas en Cali), 1.876 casos de uso abusivo de la fuerza, al menos 28 víctimas de agresión ocular, 278 heridos y 963 detenciones arbitrarias en contra de manifestantes, así como casos de violencia sexual contra 12 personas.
El rechazo a la violencia es el punto en el que están de acuerdo el Gobierno y el Comité de Paro. Ambos lo rechazaron. Sin embargo, en otros asuntos hay profundas diferencias.
La comunidad internacional volvió a expresar su preocupación por la crisis que atraviesa Colombia y distintos organismos y Gobiernos hicieron un llamado a que se adopten medidas contra el uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad.
En ese sentido se expresó Amnistía Internacional (AI) que pidió que cese la violencia contra los indígenas que se están manifestando en Colombia al señalar que «los ataques de civiles armados, algunos en presencia de la policía, en contra de la Minga (marcha) Indígena en Cali son un reflejo de dinámicas de violencia que no cesan en Colombia y que se han acentuado en el contexto de las protestas sociales en el marco del Paro Nacional».
Vía: EFE