Economía

Las empresas no son las mismas tras un año del inicio de la pandemia

Muchas cosas han sucedido durante los últimos 12 meses, un año de pandemia a causa del coronavirus. Venezuela, por supuesto, no fue la excepción con todas las limitaciones que ya arrastraba antes de que se instalara oficialmente el coronavirus el 12 de marzo de 2020.

Este jueves 18 de marzo, la empresa líder en capital humano, PGA Group HR for Business llevó a cabo el foro ‘The New Management. Pandemia: un año después’, de la mano de varios especialistas que abordaron temas claves sobre cómo se transformó el mundo gerencial durante la pandemia, los retos actuales y los cambios a futuro.

El evento comenzó de la mano del especialista en Analítica de Talento, José Taricani, quien sostuvo que la pandemia comenzó hace mucho tiempo pero que apenas «tocó a nuestra puerta en marzo del año pasado».

Para Taricani, las empresas tomaron medidas antes de la crisis sanitaria mundial a causa del coronavirus y a su vez les permitió enfrentarla y no tener un caída de impacto tras un año de confinamiento, aunque en algunas corporaciones tuvieron que reducir la cantidad de personal para poder continuar con las operaciones.

Taricani habló de tres aspectos que considera  relevantes en la realidad venezolana: la falta de caja, el área comercial y las fallas de los servicios básicos. En el caso de Venezuela, la falta de liquidez incidió negativamente por el peso de la hiperinflación que data desde hace cuatro años; mientras que en la parte comercial se vio afectado porque hay una contracción de mercado, las personas perdieron el poder adquisitivo y ahora consumen cosas distintas y en menos cantidad; pero el factor más importante que ha incidido de manera negativa en el sector industrial son las fallas de los servicios públicos, principalmente la electricidad, además del diésel y la gasolina.

«¿Qué es lo que supone toda esta coyuntura? Lo que está generando es todo un reto para garantizar flujo de caja, porque si no hay dinero suficiente, estaríamos limitados para poder operar con toda la fluidez. Pero también es importante que los trabajadores estén bien atendidos y su grupo familiar también», señaló.

Taricani subrayó que actualmente existe una contradicción que presuntamente se ha desplazado un porcentaje de la empresa al dejar que las personas trabajen desde sus casas. «El concepto del teletrabajo no ha sido afectado particularmente afectado por la pandemia, porque antes cuando había problemas de transporte muchas de las empresas tenían que adaptar sus turnos y era frecuente ver como personas trabajaban en las empresas una semana sí y otra no», apuntó.

A su juicio, muchos líderes estaban preparados para este acontecimiento mundial, aunque «quizás no de manera óptima», pero al menos con un 70% de aceptación.

El especialista en talento asegura que durante el último año han surgido muchas interrogantes e incertidumbre para dar respuesta a los empleados, el hecho de manejar grupos a distancia y que las reuniones de trabajo virtuales se han multiplicado. «Ahora los líderes han tenido más presencia por videoconferencia y quizás la lejanía nos está dando cercanía vinculada al seguimiento y control», dijo.

También aprovechó la ocasión para resaltar la importancia del capital humano, pero no en el sentido del aumento de flujo de caja, sino en desarrollar más habilidades y competencias en el personal porque a fin de cuentas, la tendencia general de las empresas es que no han eliminado sus beneficios: salarios, seguros médicos, bonos. «Las empresas se han movido al son de la economía», expresó.

No obstante, indicó algunos aspectos que no se deberían perder de vista:

  1. El contexto general de la economía tiene un valor más importante que cualquier hecho en especial. «La pandemia en Venezuela no ha sido el mayor shock porque la hemos vivido como lo han hecho otros países».
  2. El líder es  un pilar fundamental.
  3. La tecnología tiene un rol protagónico, aunque las fuentes de inversión se vean limitadas.

Taricani califica a la pandemia como un elemento «distractor» porque el mundo se ha «ocupado de la pandemia» que a su vez sigue exigiendo cosas: cuidados, por ejemplo. «Ya tenemos cierta capacidad de resiliencia y creemos que esto es parte de los aprendizajes, tenemos que seguir sacando fuerzas para aguantar no solo la pandemia sino los nexos que ella trae», dijo.

A pensar en grande

Finalmente, Taricani sostiene que la pandemia obliga a todos desde el capital humano a estar vigilante de todas las condiciones sanitarias, no solamente para el trabajador sino también a estar pendiente de sus familiares, con la comunidad en general. «El capital humano tiene que pensar en grande».

La actividad continuó con la presentación de Reinaldo Valbuena, Chief Evangelist de Germinador, Consultor y Profesor de Innovación del Instituto de Estudios Superiores en Administración (IESA), quien dictó la charla ¡Hagamos que las cosas pasen!  

Valbuena empezó diciendo que no podemos volver a la época de antes, porque sencillamente «el mundo aceleró a donde estamos» y las empresas no están compitiendo con otras empresas, al contrario, están compitiendo con los ecosistemas de trabajo y las  «nuevas experiencias para sumar y captar valor», señaló.

El profesor resaltó la oportunidad que surgió a través de los servicios de “entrega a domicilio”, mejor conocido como “delivery” que, si bien existían, pues no eran tantos y tampoco se había expandido tanto el uso de las plataformas digitales y «las habilidades que existen actualmente son muy interesantes», agregó.

A su juicio, considera que muchas personas le temen a la tecnología y posiblemente una gran mayoría no esté consciente de que éste será uno de los cambios más fuertes que el coronavirus en sí, ¿la razón? porque la creatividad, el aprendizaje y la toma de iniciativas hacen que se necesite trabajar más en equipo y enseñanza constante de «estar cada día más actualizados».

«Ser más humanos»

 Valbuena subrayó la importancia de que las empresas deben ser más humanas, porque si bien las corporaciones son útiles para los clientes y proveedores, con nuevos retos y compromisos, también es necesario voltear la mirada hacia el equipo de trabajo, «desarrollar empatía de manera cruzada, de manera activa y ver cómo están viviendo nuestros colaboradores».

Sostiene que un verdadero líder tiene que saber manejar la incertidumbre, tolerar los procesos buenos o malos, manejar crisis de sus equipos y tener ante todo, inteligencia emocional. «Pensar más en el ecosistema y no en el egosistema».

La actividad también contó con la participación del psicólogo Tony Molina, quien habló sobre tres elementos que considera importantes: liderazgo, futuro y trabajo, siendo el futuro el más importante porque permite mirar el pasado para así tener una mejor idea de cómo llegar a cierto punto y a la vez «nos da mejores opciones para visualizar el futuro. En cambio, destaca que el futuro en sí, es simplemente lo que está por venir y «nadie sabe lo que vendrá, aunque todos sabemos que será diferente», dijo.

Molina subrayó que la tecnología ha sido un factor clave en la actualidad, porque las diferentes aplicaciones en los teléfonos móviles, permiten ahorrar tiempo y hacer cosas «desde casi cualquier lugar del mundo. ¡Nos debemos a las apps!».

El especialista en psicología considera que la piedra angular para ser cada vez más flexible será la capacidad de poder mirar adentro, sabes cuáles son las principales fortalezas, debilidades, oportunidades para seguir adelante. «La pandemia nos ha llevado a trabajar desde casa y también nos ha enseñado que no haya límites pero al final somos seres humanos y somos importantes en lograr resultados para mantener relaciones», puntualizó.

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