La verdad del colapso eléctrico en Venezuela (III)
El presidente de JCR Ingenieros, Juan Carlos Rodríguez Adrián, aseguró que el sistema eléctrico del país tiene varios problemas que no han sido atendidos desde hace algunos años
Los cortes eléctricos en Venezuela se han agudizado en los últimos años, situación que ha llevado a los expertos a pensar que el país podría estar a las puertas de otro apagón nacional, como sucedió en marzo de 2019.
La crisis que vive el país se ha mantenido como uno de los factores que afecta el día a día de los venezolanos desde hace 23 años y, actualmente, parece que no está en la lista de prioridades de la administración de Nicolás Maduro, dado a que, las fallas cada vez han ido incrementando, incluso en la ciudad capital.
En marzo de 2019 los hogares de los venezolanos se apagaron completamente a causa de la falla eléctrica, que afectó a los 23 estados del país, situación que aún se repite, ante la falta de mantenimiento a las principales plantas eléctricas, encargadas de ofrecer el servicio a la ciudadanía.
En 2020 se registraron 157.719 apagones en el país de acuerdo al monitoreo realizado por el Comité de Afectados por los Apagones, cifras dadas a conocer el pasado 15 de enero.
El equipo de Analítica.com conversó con Juan Carlos Rodríguez Adrián, presidente de JCR Ingenieros, quien señaló que los eventos de marzo de 2019 dejaron en evidencia lo que los profesionales del Colegio de Ingenieros de Venezuela, la Academia de Ingeniería y la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Central de Venezuela (UCV), habían estado alertando desde hace algunos años.
Indicó que, de haber sido otro el escenario, la falla eléctrica habría podido ser atendida en un tiempo mucho menor, y con un impacto en la población más reducido.
“Esos eventos dejaron en evidencia que el parque termoeléctrico del país está fuera de servicio, por lo cual, se está dependiendo de la generación hidroeléctrica, es decir, las represas de Guri, Caruachi y Macagua, además del sistema de transmisión de alta tensión para poder transportar todo esos paquetes de energía hacia los centros de consumo”.
Juan Carlos Rodríguez Adrián, presidente de JCR Ingenieros
El ingeniero afirmó que al ser transportados los grandes paquetes de energía hacia los diferentes centros de consumo, el sistema eléctrico venezolano quedó en un estado vulnerable, puesto que, este depende de que se cumplan los protocolos de transmisión.
“Los sistemas de transmisión tienen una capacidad límite de transporte de energía que, al ser superada, debilita el sistema (…) Cualquier falla atmosférica o incendio forestal, puede generar fluctuaciones importantes en los voltajes que entrega el sistema a los usuarios”, prosiguió.
De igual manera, aseguró que el sistema eléctrico del país tiene varios problemas que no han sido atendidos por las autoridades competentes.
El primero, es la matriz energética, la cual está dividida: 48% generación hidroeléctrica y 52% generación termoeléctrica que, en capacidad instalada, suma alrededor de 37.000 megavatios.
“De esos, 19.00 megavatios son térmicos, es decir, las plantas que utilizan combustibles provenientes del petróleo para funcionar”, dijo Rodríguez Adrián.
En este sentido, destacó que el combustible es suministrado por Petróleos de Venezuela (PDVSA), empresa estatal que desde hace algunos años ha tenido fuertes problemas de producción petrolera.
“La falta de combustible es uno de los principales problemas que hay que atender para tener capacidad de generación termoeléctrica”.
Juan Carlos Rodríguez Adrián, presidente de JCR Ingenieros
Otro problema que, resalta, debe de ser atendido es la construcción de nuevas líneas de transmisión y el reforzamiento de las líneas existentes, los cuales, según Rodríguez Adrián, han sido pospuestos ante la evidente falta de inversión y mantenimiento por parte de las autoridades competentes.
“Todo esto ha hecho que el sistema en su totalidad se haya ido deteriorando y haya bajado la calidad del servicio (…) Tenemos un déficit de casi 50% de lo que necesita el país, prácticamente, se está racionando para distribuir la energía que se tiene disponible”.
Asimismo, el presidente de JCR Ingenieros, indicó que los racionamientos de electricidad que son aplicados en otras regiones del país también son un problema, ya que, “los sistemas eléctricos no están diseñados para cortar la luz constantemente».
Adicionalmente, señaló que la crisis se ha ido agravando por la falta de recurso humano, debido a que ingenieros, técnicos y especialistas han decidido emigrar en busca de mejores condiciones de vida,
“La realidad actual es que el sistema eléctrico venezolano es frágil y vulnerable”, sentenció.
Juan Carlos Rodríguez Adrián, presidente de JCR Ingenieros
Los responsables
Rodríguez Adrián recordó que, en 1998, cuando llegó Hugo Chávez alcanzó la Presidencia de Venezuela, el país tenía disponible en capacidad de generación alrededor de 15.000 megavatios, y se tenía una reserva operativa de 4.000 megavatios.
Además, enfatizó que en el año 2000, Chávez decidió paralizar varios planes realizados por antiguos Gobierno, a excepción de Caruachi que, hasta el año 2006, fueron incorporadas algunas unidades de esta represa al sistema eléctrico.
“La demanda siguió creciendo pero la producción de generación disponible no subió sino alrededor de 1.500 megavatios”, explica el ingeniero, quien, sostiene que fue en dicho año cuando realmente inició la crisis del sistema eléctrico en Venezuela.
Resaltó que, a partir de aquel momento el gobierno comenzó a tomar decisiones “improvisadas” de corto alcance. “Se comenzaron a construir plantas termoeléctricas pequeñas y se iniciaron obras de menor tamaño, con sobreprecio y con problemas de corrupción muy grandes”.
El especialista dijo que el gobierno decidió contratar a empresas sin experiencia en el sector eléctrico, quienes dejaron varias obras sin concluir, lo que dio paso a un segundo periodo, en el cual se trató de controlar la demanda.
“Los racionamientos se profundizaron, de manera que, se pudiera distribuir la poca energía disponible en las diferentes regiones de Venezuela, a excepción de la ciudad de Caracas», dijo.
Juan Carlos Rodríguez Adrián, presidente de JCR Ingenieros
Expuso que para hacer frente a la crisis eléctrica, Chávez ordenó apagar las empresas básicas en Ciudad Guayana, como Sidor y Alcasa, con la intención de evitar que el déficit fuera más grande
“Cuando fallece Hugo Chávez, el panorama se complica. No había dinero para terminar las obras inconclusas ni la capacidad gerencial, y a partir del 2013, comienza una declinación de la generación disponible del país”, aseveró.
El ingeniero dijo que cuando Nicolás Maduro asumió el control del país la generación disponible rondaba en 18.000 megavatios, sin embargo, en apenas cinco años, hubo una caída de 6.000, lo que equivale a menos del 50%.
En este sentido, subrayó que el país debería estar consumiendo entre 20 y 22 mil megavatios, como mínimo, “para tener un sector industrial y comercial que funcione”.
Además, estimó que para recuperar el sistema eléctrico, Venezuela necesitaría invertir la cifra de 15 mil millones de dólares en los primeros cinco años.
Crisis actual
Entre las entidades más afectadas por el colapso eléctrico, según señala Rodríguez Adrián, se encuentran el Zulia y Falcón, seguidos de la región andina.
También se unen a la lista los estados llaneros como Apure y Barinas; igualmente, los habitantes de Lara, Yaracuy, Cojedes y Portuguesa, se han visto afectados.
Por otra parte, resaltó que la crisis ha ido llegando Aragua y Carabobo, donde hay una gran concentración industrial. Así como también, se han visto afectados los estados Vargas y Nueva Esparta.
Al ser preguntado sobre la crisis del sector en Zulia, explicó que «la situación es complicada».
Puesto que, la región occidental depende de los sistemas que cruzan el Lago de Maracaibo, los cuales están en malas condiciones desde hace algunos años.
Además, confirmó que las plantas instaladas como Termozulia o Ramón Laguna, están produciendo poca energía debido a distintos factores, siendo uno de los principales la escasez de combustible que necesitan para operar.
“El caso del Zulia es una verdadera catástrofe económica y social”, aseguró el ingeniero Rodríguez Adrián, quien comparó el problema con lo que se vive en Táchira, Mérida y Trujillo, donde las fluctuaciones de voltaje son constantes.
¿Existe una solución?
Juan Carlos Rodríguez Adrián señaló que, actualmente, el sistema eléctrico en Venezuela es frágil, vulnerable e inestable.
Sin embargo, expuso que, con la llegada de la pandemia por el coronavirus “ha disminuido el consumo porque las grandes empresas están apagadas (…) Eso ha ayudado a que el sistema eléctrico tenga una apariencia de estabilidad”.
No obstante, enfatizó que cuando el país logre superar la pandemia y se inicie la actividad económica, podrían volver las fluctuaciones de voltaje.
“No creo que sean de la magnitud de los apagones de 2019 porque se han tomado previsiones para tratar de no superar los límites de transmisiones”, afirmó.
Juan Carlos Rodríguez Adrián, presidente de JCR Ingenieros
En cuanto a las soluciones que pudieran existir, dijo que las mismas deben de ser estructurales, de mediano y largo plazo, es decir, aproximadamente de cinco a diez años.
“Las soluciones de corto plazo son para trabajar las consecuencias, por ejemplo; aquellos nudos críticos que necesiten de inversión puntual para sustituir un equipo o repararlo (…) La recuperación y estabilización es un proceso más complicado porque, inclusive, se deben revertir antiguas decisiones”.
Entre esas decisiones que menciona se encuentra volver al esquema que existía antes de la creación de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), “se tiene que volver a regionalizar la operación de las empresas eléctricas, inclusive con asociaciones públicas y privadas”.
“Hay que reconstruir el tejido del capital humano, también se debe de buscar un dinero importante pero, para ello, se debe de resolver primero el sistema político», sostuvo.