Lenguaje duro
El convencimiento lleva a aconsejar que el candidato presidencial escogido el 12F adopte un lenguaje duro. Después de trece años de intolerancia y confrontación los venezolanos quieren reconciliarse pero asimismo que se hable con firmeza.
Plantear la destitución de policías, fiscales y jueces deshonestos. Buscar medios expeditos para dar libertad a los presos políticos, humanizar las cárceles y acabar con los atropellos a los derechos humanos.
Devolver tierras, edificios y negocios expropiados sin indemnización a sus legítimos dueños. Restituir las libertades económicas para producir alimentos, construir viviendas y generar empleo productivo. Desmontar los controles gradualmente para derrotar la inflación, la escasez y el desabastecimiento que golpea a los más humildes.
Libre acceso a la información oficial. Devolver sus concesiones a los canales de TV y las radios cerradas. Convertir los canales oficiales en medios de servicio público y eliminar los programas que difunden odio y mentiras como La Hojilla y otros de igual calaña.
Convertir Pdvsa en empresa petrolera liberándola de responsabilidades que le son ajenas. Incorporar las empresas privadas a participar con capital y tecnología en la Faja, brindarles seguridad jurídica y retomar los planes de expansión. Erradicar el apartheid con los ex petroleros reconociéndoles sus beneficios confiscados.
Descentralizar la salud, la educación la infraestructura y los programas sociales aportando lo que requieran los gobiernos regionales y locales. Despolitizar la gestión pública y la participación ciudadana. Exigir a las FFAA la defensa de nuestras fronteras.
Suspender los acuerdos onerosos para el país como los firmados con Cuba y revisar aquellos de poca transparencia como los alcanzados con China e Irán.